Paco Mora

Paco Mora


El bueno de Perico

26/06/2021

¡Qué bueno es Pedro! Está como niño con zapatos nuevos, empeñado en indultar a los responsables de la algarada separatista de 1917 en Cataluña. Si le sale bien la operación, Junqueras y sus huestes recuperaran su normalidad política y familiar y él podrá continuar un par de años más en La Moncloa. Sin importarle que los insurgentes lo tomen por el pito del sereno. Al fin y al cabo se lo está ganando a pulso. Pues no parece preocuparle demasiado que la Constitución quede tocada del ala con su argucia.
El indulto es al fin y al cabo una figura que existe en todos los países civilizados y democráticos del mundo. El problema es cómo y cuándo aplicarlo. Sobre todo si los indultados continúan erre que erre insistiendo en que volverán a intentarlo. El buen Pedro afirma que ha llegado el tiempo del perdón para que se restablezca el diálogo como medio de llegar a acuerdos entre España y quienes pugnan hace tantos años por volver a los Reinos de Taifas. Y es que Pedro es un buenazo que está dispuesto a casi todo por disfrutar un tiempo más de una Presidencia que tanto le costó conseguir, y desde la que «sentado alegre en su popa, Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul» parece decidido a cantar la canción del pirata, aquella que dice: «Navega velero mío sin temor, que ni tormenta ni navío tu rumbo a torcer alcanza ni a sujetar mi valor».
Y lo va a conseguir. Seguro. Aunque deje tras de sí una España hecha añicos, sin horizontes de convivencia acordes con el texto constitucional. Qué más da que la opinión pública, en su mayoría, lamente su «bajada de pantalones» ante «los chicos alegres del maestro Colsada» que han salido de la cárcel contentos y felices, para traernos el buen humor, gracias a su indulto.