José Fidel López

José Fidel López


Las antípodas

11/02/2021

A estas alturas de la pandemia muchos son los ciudadanos de este país de democracia plena -digan lo que digan algunos- que miran con envidia, y nunca mejor dicho que sana, a nuestras antípodas, Nueva Zelanda, y a sus vecinos australianos. Sí, porque con una pericia científica de 10 y con rigor, mucho rigor, lograron distraer al coronavirus, dejando los contagios en algo simbólico, como nos sugerían que pasaría aquí quienes se han encargado de coordinar la lucha contra el Covid en esta piel de toro. 
El caso es  que en estos dos países de envidiable renta gozan de una vida casi normal, nada de nueva realidad, sino de antigua normalidad. Y sus políticos se han granjeado el aprecio de sus votantes, hasta tal punto que, por ejemplo, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ganó las elecciones al frente del partido laborista, y lo hizo el pasado octubre con mayoría absoluta. Medidas estrictas, cierres de fronteras, confinamientos... en fin, decisiones que han dado sus frutos y que también en Australia nos permiten ver hoy en día torneos deportivos como el Abierto de Tenis repletos de público. Previsión y programación, asignaturas que en el viejo continente, a pesar de considerarnos en muchas ocasiones el obligo del mundo, parece que no aprobamos, sino todo lo contrario. No obstante, dicho lo cual, también les digo que España de mi corazón, con sus defectos y virtudes, con sus excesos y escaseces, no lo cambio por nada. «Honra y prez de todo el orbe; tú, la porción más ilustre del globo», dijo de Hispania Tito Livio. Y de vacaciones, eso sí, a Nueva Zelanda.