El terremoto político con epicentro en Murcia sigue activo con réplicas en otros lares más o menos cercanos y con decisiones de distintos cargos políticos que invitan a la pregunta de si se vota al partido o a la persona, ya que todas las reacciones no tienen el mismo final, puesto que unos dejan los partidos, pero siguen agarrados a los cargos y otros lo dejan todo. ¿Quién obra de forma correcta y quién no? 
A escala provincial, el terremoto murciano llegó hasta Robledo donde Cristian Cuerda, su alcalde y único candidato de Ciudadanos que obtuvo mayoría en su localidad, decidió dejar la formación naranja por discrepancias con las últimas decisiones de la Ejecutiva nacional, pero no deja el acta de concejal ni mucho menos la Alcaldía. ¿Los vecinos de Robledo votaron a Ciudadanos o le votaron a Cristian Cuerda? Otro ejemplo es Pablo Cambronero, diputado nacional de Cs, que se dio de baja del partido, pero no renunció a su cargo y pidió su integración en el Grupo Mixto del Congreso. Y el tercer ejemplo, también de Ciudadanos, es Toni Cantó, quien salió del partido y lo primero que hizo fue dimitir de todos sus cargos. 
¿Obran bien Cuerda y Cambronero o es Cantó el que acierta? Para gustos están los colores y habrá quienes defiendan a los dos primeros en base al voto a las personas, pero los defensores de la postura del tercero dirán que se vota a los partidos.
Lo que está claro es que las listas de las distintas formaciones políticas en las elecciones locales, autonómicas y generales son cerradas y, por tanto, aunque es obvio que las personas que las integran tienen mayor o menor tirón en las urnas, yo pienso que se vota al partido. Cristalino.