Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


Pensiones

30/03/2023

Sostiene Pedro Sánchez que la sostenibilidad del sistema de pensiones está garantizada a corto, medio y largo plazo. Y esa será la tesis del ministro del ramo, José Luis Escrivá, cuando este jueves su decreto-ley de reforma sea convalidado en el Congreso. Luego entrará en el telar parlamentario para su tramitación como proyecto de ley y ese será el momento procesal oportuno para negociar enmiendas y lograr algún acercamiento con quienes se oponen a la reforma.
Los objetores del proyecto, cuyo voto en contra no impedirá que el decreto-ley sea convalidado, se encuentran a la derecha del PSOE. Tanto el PP como Vox y Ciudadanos han cantado por anticipado su "no" y, además, no dejan margen a la posibilidad de acercamiento cuando la reforma se tramite como ley. Al otro lado de la barricada se agrupan las fuerzas de izquierda (PSOE, UP, MP, etc). Es decir, los componentes de la ecuación de poder más conocida como "bloque de investidura". Y lo planteo de este modo para iluminar el componente ideológico del debate.
A saber:
Por un lado, los que están en contra del proyecto. Son defensores de la ortodoxia fiscal, aunque haya que recortar el poder adquisitivo de los pensionistas. Por otro, los que están a favor. Son los defensores de unas condiciones de vida dignas para los jubilados que han entrado en la tercera edad (y última) aunque tengan que aumentar las cotizaciones de los empresarios y de los trabajadores en activo con sueldos más altos. Y sin tocar la edad de jubilación, que en España sigue estando en los 65 años, con posibilidad de ir alargándola paulatinamente hasta los 67 años a partir del año 2027.
La Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), que es un objetor institucional de la reforma, detecta "dificultades de diseño" e "incoherencia con el marco fiscal". En coincidencia con el gran objetor político de la misma, que es el PP. Se entienden sus recelos ante una reforma que, con los números en la mano, aplaza el problema de fondo (la sostenibilidad del sistema) y tienen a agravar los problemas de deuda y déficit públicos excesivos.
De ahí la insistencia del líder del PP, Núñez Feijóo, en reclamar los fundamentos técnicos que llevan al ministro Escrivá a declarar públicamente, en línea con el presidente del Gobierno, que su reforma "garantiza la suficiencia de las pensiones y su poder adquisitivo y dota de un marco de estabilidad muy sólido a corto, medio y largo plazo".
Mejor eso que no calificar de "antipatrióticas" las objeciones de Feijóo. A Sánchez le bastaría apelar a su fe socialdemócrata y la voluntad política de garantizar una vida digna a los jubilados, a la luz del mandato constitucional (art.50). Y eso no tendría que disimularlo.