Este pasado domingo recibí en el Teatro Circo, junto al locutor Alfonso López, historia viva de la radio de Albacete, el reconocimiento de nuestra Banda. Agradecí esta distinción con entusiasmo a su director Miguel Vigaday, a todos sus músicos y al alcalde como concejal delegado. Ellos saben de nuestra fidelidad inquebrantable a la Banda. En mis palabras evoqué aquel Albacete de los 70 en que mi madre me llevaba a los conciertos matinales de esta formación en el viejo Teatro Circo y cuya música fue alimento imprescindible para mi educación cultural y sentimental. La cultura es alimento para el alma de los pueblos, estoy convencido, pero también puede serlo en el sentido material de la palabra. Como lo será este próximo sábado 27, a las 19 horas, y en el Teatro Circo, con la Gala de Amithe y sus premios nacionales de teatro. Previamente se hará una recogida de alimentos no perecederos para el Banco de Alimentos. Si quieren apoyar a la cultura, a la vez que se muestran solidarios, pasen por la taquilla del Teatro Circo y retiren su invitación, depositando una bolsa de alimentos. Disfruten el sábado de una tarde llena de belleza y emoción. Con el reconocimiento a Antonio Gala, el dramaturgo vivo más prestigioso de España; al Teatro Pérez Galdós de Las Palmas que recogerá el galardón único en España en su género, que lleva el nombre de don Gregorio Arcos; a Concha Velasco, que recibirá de manos de los hijos de su entrañable Tony Leblanc, la medalla de oro de Amithe en el año de su despedida de los escenarios. Acabará la gala, amenizada en directo por la querida Unión Musical Ciudad de Albacete del maestro Nevado, con el espectáculo de voz y guitarra por el gran Manuel Galiana y Guillermo Fernández. La cultura es alimento del alma de los pueblos. Pero también puede convertirse en motor de solidaridad con los más necesitados. La semana pasada me impresionó pasar junto a un mendigo tirado en una calle de Madrid. Observé que leía poesías de Machado y escuchaba música clásica. Quizá la cultura, como decía Emilio Gutiérrez Caba, sea lo único que nos queda cuando todo desparece alrededor.