Domingo Henares

Domingo Henares


El Rey estorba

27/09/2020

Humillados y sumisos, tal vez insensibles, está volviendo el coronavirus 2020 a los españoles. Pues ahora resulta que el mismísimo Rey en persona, como si fuera un visitante incómodo, no ha podido acudir a los actos programados para el día 25 pasado en la sede de la Escuela Judicial de Barcelona. Felipe VI había dejado libre esa fecha en su agenda, pero, al fin, le han cerrado la puerta (de un portazo) para acudir a la fiesta de los nuevos jueces, como viene siendo habitual. Como si alguien hubiera decidido que el Rey es un estorbo. Siendo como es el jefe del Estado español, símbolo de su unidad y permanencia, inviolable en su persona y no sujeta a responsabilidad (Constitución, artículo 56), además de asumir el mando supremo de las Fuerzas Armadas (art. 62).
   ¿Qué más títulos harán falta para entrar con buen pie a Cataluña? Y, si alguien invoca otro artículo, el 64 para justificar esta barrabasada, tantas veces cometida, allí donde dice que los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno, en este caso quedaría malparado el Poder Ejecutivo. Igual que, si no fuera por los trastornos causados desde el virus ambiente y que nos mudará el semblante, los españoles tendrían noticia de que están en el juego los partidos separatistas y consentidos de siempre.
  De todas formas, niños de ahora, leed en nuestro Don Quijote de la Mancha (segunda parte, capítulo LXXII) que un día Barcelona fue «archivo de cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos, correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única».