Elena Serrallé

Elena Serrallé


Llegará septiembre

11/08/2021

Sin haber llegado aún al ecuador de agosto hoy me he levantado pensando en aquello que marcan las estadísticas, que septiembre es el mes por excelencia de los divorcios. Así las cosas, y si las previsiones no fallan, ahora mismo se tienen que estar fraguando multitud de rupturas, dando un aluvión de portazos, verbalizando esas frases tan típicas como «hasta aquí, no aguanto más» o «esto se ha terminado» o aquello de «lo mejor es que cada uno haga su vida». Qué curioso, ¿no? Es en vacaciones, cuando la familia y concretamente la pareja pasa más tiempo junta cuando saltan las chispas como en la casa de gran hermano. Quizá todo se magnifica, quizá tenemos la mente más ociosa y focalizamos las miradas en los defectos, quizá es cuando observamos que nuestra vida es un dejarse llevar o quizá simplemente es que hemos parado y hemos sido conscientes de que no somos nosotros quienes manejamos el timón de nuestras historias.
Y llegará septiembre y sonará el teléfono pidiendo citas para la tramitación del procedimiento y la aclaración de una montaña de dudas que dibujan una argamasa de reproches, sentimientos, trapos sucios, derechos, obligaciones, pensiones, bienes, custodias, visitas, gananciales, lágrimas mojando el papeleo, clientes con ojeras y dolor en los recuerdos, con heridas sangrantes que tardarán en cicatrizar. Llegará septiembre, sí, pero también llegará octubre y Navidad, también llegará de nuevo la primavera y como siempre, siempre, saldrá el sol porque no llueve eternamente.