Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


Inteligencia artificial

24/02/2023

Llegará un momento en que toda la inteligencia sea artificial, porque la inteligencia natural habrá abandonado al ser humano. De ahí la urgencia por desarrollar ordenadores que puedan replicar las funciones de un cerebro humano en plenitud de facultades. Si no nos damos prisa en lograr que los ordenadores nos saquen las castañas del fuego, acabaremos asfixiados bajo nuestra propia y galopante estupidez. De momento no se ha conseguido. Existe un tipo de pruebas denominadas «test de Turing» cuyo objetivo es distinguir a un ser humano de una máquina por el modo de razonar y dar respuesta a determinados problemas. Se denominan así por Alan Turing, el legendario matemático británico que logró descifrar los códigos de cifrado alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, un genio que padeció la estupidez de sus contemporáneos. De momento, parece que el test de Turing sigue funcionando, pues todavía es posible distinguir a una persona de una máquina. Ello no significa que los ordenadores sean necesariamente más tontos que nosotros. Según para qué. Por ejemplo, hace años que ningún maestro del ajedrez es capaz de ganarles a los ordenadores especializados en el juego. En el ámbito de la informática doméstica, el motor de inteligencia artificial Chat GPT, accesible a través de internet, razona y escribe mejor que la mayoría de las personas que conozco. He probado a ponerle los exámenes que hacen mis alumnos y obtiene resultados mucho mejores que ellos. Con el tiempo, una IA parecida podrá ocupar el lugar de los profesores y será necesario buscar otros chivos expiatorios para explicar el fracaso del sistema educativo. Aunque puede que para entonces tengamos ordenadores en los puestos claves del gobierno, incluyendo los ministerios de Educación y de Igualdad, para que se ocupen de nuestros problemas. Suena a distopía, pero no tanto como vivir gobernados por una casta de descerebrados. Y recuerden que estoy hablando del futuro. El presente lo dejamos para otro día.