Elena Serrallé

Elena Serrallé


Hay dos tipos de personas

19/05/2021

¿Cuántas veces habéis escuchado aquello de «hay dos tipos de personas»? En realidad, aplicada a multitud de situaciones, hay muchísimos tipos de personas, pero no he venido aquí a desmontar esa máxima, sino a profundizar en ella. 
Hay dos tipos de personas, las que se comen todo el trozo de la pizza y las que, como mi hijo, muerden un bocado y descartan el resto porque lo consideran borde. Las que se colocan la mascarilla correctamente y las que, después de más de un año de pandemia aún no han descubierto que las quirúrgicas llevan una pequeña estructura metálica que hay que ajustarse a la nariz. Están también las que se peinan con un recogido informal colocándose un bolígrafo en el moño y lucen tan monas y las que lo intentan y parecen recién salidas de una pelea con una camada de gatos. Las que se meten en la piscina usando la escalera y las que se lanzan como un cachalote provocando un tsunami.
Luego están las que te hacen perder el tiempo y las que te hacen perder la noción del tiempo. Aquellas en las que puedes confiar para esconder un cadáver y las que van con el machete en la mano esperando que te gires. 
Las que comen la tortilla con cebolla y sin ella, las que hacen y las que dicen que hacen, las que muerden el lápiz y las que lo mantienen intacto, las que saben permanecer en silencio en el cine y las que se creen graciosas y hacen comentarios en voz alta y sacan lo peor de mí. 
Existe una única excepción que las clasifica en tres tipos de persona, las que saben contar y las que no.