Elena Serrallé

Elena Serrallé


No érase una vez

01/03/2023

Cuesta aprenderlo y nos negamos a aceptarlo, pero a veces los finales no son felices. A veces después de la tormenta no llega la calma y no es necesario que quien bien te quiera te haga llorar. Hay veces que los perros que ladran también muerden.
A veces las princesas son guerreras o se enamoran del dragón, también hay príncipes que sufren, que no les apetece batirse en duelo, o, sencillamente, que prefieren ser ellos los rescatados. A veces el lobo no es tan feroz y al final resulta ser un buen tipo, ni las brujas tan malvadas o el ogro tan antipático. A veces las lunas son de hiel y el oeste no es tan lejano como dicen.
A veces la institutriz no es tan estricta y a veces los gusanos son gusanos toda su vida y nunca se convierten en mariposa. A veces las apariencias no engañan ni la cara es el espejo del alma.
A veces el río que suena no lleva agua y todo fue una ilusión óptica o un amasijo de prejuicios. No siempre hay que sufrir para presumir. A veces ganan los malos y quien la hace no la paga. A veces la vencida no llega a la tercera y otras veces el pez chico se come al grande. A veces no había una vez un circo.
A veces la oveja negra es la heroína y las gallinas resultan ser unas valientes. A veces el burro demuestra ser el más listo y la serpiente una víctima incomprendida. 
Quizá no siempre es como nos lo vendieron, quizá va siendo hora de romper estereotipos y rasgar etiquetas. Siempre he admirado las mentes inquietas que lo cuestionan todo y se muestran inconformistas en una sociedad cada vez más manipulada.

ARCHIVADO EN: Heroína