Una visita a 'Marihuana S.L.'

M.O
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Durante medio año una nave industrial en Romica fue un laboratorio de cultivo de droga bajo una red de traficanteschinos sin que nadie se percatara, en parte porque quienes preparaban la grifa vivían allí y no abandonaban el almacén

Una visita a 'Marihuana S.L.' Foto: RUBÉN SERRALLÉ

Nadie sabe lo que hace su vecino cuando cierra la puerta de casa. Para muestra, la nave industrial del polígono industrial de Romica donde hasta hace unos pocos días varias personas de nacionalidad china cultivaban marihuana en condiciones de semiesclavitud para una organización criminal ya desmantelada, una red que operaba desde Valencia y que en otra rama del negocio también contaba con varios locales donde se ejercía la prostitución. La Tribuna ha podido visitar esta nave utilizada durante varios meses como cultivo indoor de la droga, un almacén más, visto desde fuera, de los muchos que se alquilan en esta zona poco transitada, aseguran sus usuarios. 
«Nunca hemos visto entrar ni salir a nadie, de hecho ni quitaron los carteles de se vende y se alquila en una de las ventanas que da a la calle, supongo que para que pareciera que no había ninguna actividad». Quien da las explicaciones es Santos Moreno, antiguo usuario de esta misma nave, y encargado de haberla alquilado por órdenes de su verdadero propietario, afincado en Barcelona: «Me llamó porque la Policía Nacional había contactado con él y me contó lo de los chinos; ahora ya hemos recuperado las llaves de la nave y hemos visto lo que hay dentro». Lo que hay dentro, como él explica, es un espacio muy distinto del que era cuando lo alquilaron a estos presuntos traficantes. Desde la calle no puede verse nada solo paneles de pladur que compartimentan los 550 metros cuadrados del almacén. Dentro, hay unas pequeñas habitaciones destinadas a dormitorio, un pequeño baño y una cocina-comedor de las personas que estaban dentro de la nave siempre, a cargo del cultivo de la marihuana, sin contacto con el exterior. Según la Policía Nacional, había tres personas en esta situación. «Vivían aquí, sin salir, por eso no se veía nunca a nadie», cuenta Moreno, que comentaba que «en esta parte de Romica no hay movimiento, un día de fin de semana no vas a ver a nadie». Sobre la llegada de los ahora arrestados, comentó que «fue hace cinco o seis meses, quizá en junio; sí recuerdo que me sorprendió que pagaran caro, cuando aquí puedes alquilar una nave más barato». 
TODOS LOS ENSERES. Ahora todavía permanecen en la nave los colchones, todos en un pequeño habitáculo donde también hay ropa de cama revuelta, y algunos enseres personales, entre ellos billetes de autobús y una hoja manuscrita en chino donde se traducen expresiones al español, a modo de diccionario básico. También se mantiene la habitación donde comían los trabajadores del cultivo, con cuencos, productos chinos por doquier, y provisiones para varias sem

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