Una coalición basada en la desconfianza

J.M.F. (SPC)
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Sánchez forma un Gabinete paritario con contrapesos claves al equipo de Iglesias y con más ministros de peso del PSOE con los que limitar la fuerza de los independientes

Una coalición basada en la desconfianza Foto: Ricardo Rubio Europa Press

De un matrimonio de conveniencia con grandes tensiones y desencuentros -con graves acusaciones- en el pasado no se pueden esperar grandes cosas, pero parece que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han conjurado para superar todas las adversidades, sobre todo el primero, que gracias a los morados -y a ERC, PNV, EH Bildu, NC, Compromís, Teruel Existe, Más País...- está en el poder. Pero eso no quita para que el madrileño ate en corto a su socio.  
Lo ocurrido en la última semana puede dar pistas de lo que va a ser el primer Gobierno de coalición de la Democracia reciente. Por de pronto, Podemos se permitió el lujo de nombrar a sus ministros 48 horas antes de que el socialista fuera investido, con la sombra del tamayazo presente hasta el último minuto. No gustó nada en Ferraz que el vicepresidente Iglesias hiciera público que su pareja, Irene Montero, se iba a hacer cargo de Igualdad, Manuel Castells - de En Comú- Universidades, y los comunistas Yolanda Díaz y Alberto Garzón, Trabajo y Consumo, respectivamente.
Por eso, esa falta de respeto e indiscreción fue compensada con creces por Sánchez, que diluyó la Vicepresidencia del vallecano en cuestión de horas. Así, a la prometida en campaña para Nadia Calviño (Economía) y la obvia para Carmen Calvo se sumaba la de Transición Ecológica y Reto Demográfico, cuya titular, Teresa Ribera, que, en 2008, siendo secretaria de Estado de Cambio Climático, desautorizó construir una carretera en Teruel que reclamaba -y ha ganado- la plataforma hecha partido de Tomás Guitarte.
Esto creo un enorme malestar en el seno del bloque morado, algo que no le preocupa a Sánchez, que, ayer, en el corrillo con los periodistas, les animó a preguntarle a su socio sobre esa cuestión, al tiempo que recalcó que él había pactado la cuota que Podemos tendría. Nada más.
Hay otro dato interesante en el Gabinete, que lo componen 12 hombres -incluyendo al presidente- y 11 mujeres, y es que en las carteras relacionadas con las finanzas se ha rodeado de caras que no gustan a los morados. Aparte de Calviño, estaría la responsable de Política Territorial, Carolina Darias, la de Asuntos Exteriores (Arancha González) y, sobre todo, el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que públicamente puso en duda las políticas de Podemos en materia económica, con una palabra que parece tabú:insostenible. 
Tampoco se deben dejar pasar por alto la mayoría de perfiles políticos de la renovación de Sánchez. De los nuevos fichajes, solo los titulares de Exteriores y Seguridad Social pueden considerarse independientes, técnicos.   
Llama poderosamente la atención que el jefe del Ejecutivo haya encargado Carteras a miembros de su partido con nula experiencia en las mismas, algo que muchos críticos consideran un premio por los servicios prestados. Así, en primer lugar destaca el ministro de Sanidad, Salvador Illa, mano derecha de Miquel Iceta en el PSC y uno de los artífices del acuerdo con ERC. También sorprende que una persona sin ninguna vinculación con Cultura y Deporte, el filósofo José Manuel Rodríguez Uribes, dirija ese Ministerio. Es miembro de la actual Ejecutiva Federal del PSOE y portavoz adjunto de su partido en la Asamblea de Madrid. 
Las competencias más relevantes que estarán en manos de Podemos son las de Iglesias y Díaz que, sin embargo, contarán con contrapesos de ministros de la cuota PSOE en sus respectivas áreas, como es el caso, por ejemplo, de la Vicepresidencia de Transición Ecológica -vinculada a la Agenda 2030 que llevará el líder morado- o el Ministerio de Seguridad Social de Escrivá Belmonte, que arrebata a Díaz la responsabilidad en pensiones, algo que ha tranquilizado a los empresarios. 
De todos modos, en temas sociales, Sánchez sacará su mejor cara ante su socio, ya que le ha dado una oportunidad al eterno aspirante a ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que representa el ala más a la izquierda del PSOE. Firme defensor de la derogación de la Prisión Permanente Revisable, suyas fueron unas desafortunadas declaraciones en 2018 en las que dijo que sin esta, ETA había sido derrotada, y con esta figura jurídica, el niño Gabriel había sido asesinado. Curiosamente, la mujer que le mató, Ana Julia Quezada, ha sido condenada a esa pena.  
ante el rey. Hoy, a las 10,00 horas, los miembros del nuevo Gobierno prometerán su cargo ante el Rey. A continuación, se dirigirán a sus respectivos departamentos. La media de edad es de 53 años, siendo Irene Montero la ministra más joven de la Democracia reciente, con 31, y de las que menos experiencia en la empresa privada tiene:uno.   

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