El Gobierno de Castilla- La Mancha insistirá en trasladar al nuevo Ejecutivo de España la necesidad de abordar un cambio en el actual modelo de financiación autonómica que garantice la prestación de los servicios esenciales en la región.
Así lo aseguró el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, en el transcurso de un desayuno informativo en Cuenca, en el que señaló que una de las «claves» será el coste que suponen los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos en las zonas afectadas por la despoblación.
«Ésta es una de las principales dificultades que tenemos en materia de financiación autonómica», comentó el vicepresidente, ya que la prestación de los servicios en zonas con dispersión geográfica y que sufren de la pérdida demográfica, supone un coste mayor.
«Para atender a poca gente hay que tener una estructura de dotación de material y personal adicional a las ratios convencionales que se manejan en el sistema de financiación», apuntó Martínez Guijarro que dijo que, desde el Ejecutivo de Castilla-La Mancha, «vamos a exigir la financiación del coste efectivo de la prestación de esos servicios».
En materia de infraestructuras necesarias para Castilla-La Mancha que dependen del Gobierno de España, el vicepresidente ha apuntado que el Ejecutivo autonómico quiere «desbloquear» proyectos como el de la A-40, en el tramo entre Cuenca y Teruel. «Desde la Junta no vamos a renunciar a la conexión de Cuenca con Teruel por la A-40 y creemos que hay una alternativa que en su momento ya planteamos para poder salvar las dificultades ambientales que puede tener ese proyecto», dijo.
Además, recordó que, a día de hoy, está pendiente de dilucidar el convenio suscrito con el Ministerio de Fomento para la Autovía del Júcar, que unirá las ciudades de Cuenca y Albacete, y que es «una absoluta prioridad para el Gobierno autonómico» y la Autovía de la Alcarria, dos vías «relacionadas» pero paralizadas desde hace años.