Una emocionada despedida

Efe
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Don Juan Carlos disfruta de su primera jornada alejado de los actos institucionales en la plaza de toros de Aranjuez, donde recibe el cariño y la ovación de miles de aficionados

Una emocionada despedida - Foto: Ismael Herrero

Don Juan Carlos recibió ayer el unánime homenaje de los aficionados que aclamaron en la corrida celebrada en Aranjuez, coincidiendo con su retirada de la actividad institucional y en una jornada en la que estuvo arropado por parte de su familia y amigos.

El Rey Emérito decidió la fecha al cumplirse los cinco años del anuncio de su abdicación en su hijo, Felipe VI, un día en el que ya tenía prevista su asistencia a la plaza de la localidad madrileña pero que, tras su anuncio, cobró un simbolismo especial.

Acorde con ello, los casi 9.000 aficionados acogieron la entrada del Monarca en el palco con un prolongado aplauso, y mientras el homenajeado saludaba, se sucedían los gritos de «¡viva España!» y «viva el Rey». Ovación y gritos que junto con cánticos de «¡yo soy español!» se repitieron cuando la banda interpretó el himno nacional con toda la plaza en pie.

El Soberano estuvo acompañado por su hija la Infanta Elena y su nieto Felipe Juan Froilán, así como por su hermana la Infanta Pilar y los hijos de esta Simoneta y Fernando Gómez Acebo.

La corrida de Aranjuez se celebró en el marco de las fiestas de San Fernando con un cartel del que formaban parte los diestros Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares, que brindaron sus toros a Juan Carlos.

Además de servir de inauguración de las obras de reforma del bicentenario coso de esta localidad, se organizó un homenaje a la madre del ex Jefe del Estado, Doña María de la Mercedes, muy aficionada a los toros, y cuyo retrato se había colocado en el palco real. Antes del inicio de la corrida se entregó al Emérito una placa en recuerdo y homenaje a ella. Entre los asistentes se pudo ver a María Zurita, hija de la Infanta Margarita, y entre los dirigentes políticos, el líder de Vox, Santiago Abascal.

Antes de acudir a la corrida, Don Juan Carlos organizó un almuerzo con familiares y amigos también en Aranjuez, en los Jardines de Oñate, un lugar para eventos particulares y vetado a los medios de comunicación. Al llegar en su vehículo -ocupaba el asiento del copiloto-, bajó la ventanilla y saludó con la mano a los informadores allí apostados, aunque ignoró sus preguntas sobre la retirada.

Carta a su hijo

Fue justo hace una semana cuando el antiguo Monarca, según un comunicado del Palacio de la Zarzuela, informó por carta a Don Felipe de que había decidido dejar de presidir actos institucionales. En la misiva detalló que ha estado «madurando» esta idea desde su 80 cumpleaños, y que se reafirmó en ella «con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 aniversario» de la Constitución en las Cortes Generales, «un acto solemne» y «lleno de emoción» para él.

«Me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español, verdadero artífice y principal protagonista de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente», decía el texto. El Emérito precisó que, aunque desde su abdicación ha desarrollado actividades institucionales «con el mismo afán de servicio a España y a la Corona» que le inspiraron durante su Reinado, cinco años después cree que ha llegado el momento de «pasar una nueva página» de su vida y retirarse de la vida pública. 

Aunque deje su agenda institucional mantendrá su condición de miembro de la Familia Real, su consideración de Rey y el estatus jurídico que ha tenido desde su abdicación hace un lustro. Por tanto, seguirá siendo aforado y capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva.

Zarzuela no descarta que pueda asistir a algún acto oficial o conmemoración, pero sin ejercer la representación institucional de la Corona. Su último acto del Estado fue el pasado 17 de mayo en el Monasterio de El Escorial con motivo de la entrega del II Premio Órdenes Españolas. Además, su retirada no afectará a sus actividades privadas.