Los números del Alba anuncian problemas

Juan Carrizo
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El equipo de López Garai solo ha sido capaz de sumar dos puntos en las últimas cuatro jornadas y como visitante solo ha sido capaz de anotar un gol y sumar un punto de los 18 posibles

Álvaro Jiménez es perseguido por tres jugadores de Lugo durante el partido en el Anxo Carro. - Foto: Eliseo Trigo

Después de las primeras cinco jornadas del campeonato y con un solo punto en el casillero, el Albacete Balompié decidió la destitución de Lucas Alcaraz y la contratación de Aritz López Garai. La llegada de un nuevo técnico suele provocar un efecto que, en la mayoría de las veces, resulta efervescente, toda vez que los problemas suelen ir más allá de una cuestión puramente de banquillo pero, como siempre se dice, es más fácil relevar a un entrenador que a 25 futbolistas.

El caso es que López Garai llegó con una nueva idea de juego y colocó un sistema 1-4-1-4-1 que le dio buenos resultados en sus primeras jornadas, que sin estar exentas de diversos problemas, contó con la dosis de fortuna necesaria para que se sumaran puntos, gracias sobre todo a los goles logrados por los defensas en las acciones a balón parado.

El caso es que en sus primeras cuatro jornadas al frente del banquillo no se conoció la derrota y se sumaron ocho puntos de los 12 posibles, renta que sirvió para salir de los puestos de descenso.

Pero López Garai decidió empezar a meter variaciones en el sistema y la cosa no ha ido bien. La definición por parte de los delanteros sencillamente no existe y el equipo presenta numerosos problemas a la hora de defender, principalmente por las bandas. La lesión de Carlos Isaac y la ausencia de Alberto Benito provocó que Arroyo regresase al lateral diestro y el veterano jugador cumplió a la perfección. Recuperado Benito regresó a la titularidad mientras que por la izquierda la lesión de Caballo hace que Fran García no tenga relevo. En ambos casos, las carencias son evidentes, con constantes desbordes a su espalda y penaltis que han costado muchos puntos.

Si la situación parecía mejorar, la efervescencia de la llegada de López Garai pasó y la realidad anuncia problemas con la vuelta a la situación que generó la destitución de Alcaraz.

 

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