No al ritmo de hace una década, pero los casos de cáncer de mama siguen creciendo en la población femenina. Esta realidad que es común a todo el país también sucede en la provincia de Albacete, donde la oncóloga de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, Encarna Adrover, señala que cada año se diagnostican más casos, entre 250 y 280 anuales en la provincia de Albacete, «y si bien afortunadamente con mayor supervivencia, pero con unas necesidades asistenciales mayores». En su opinión no sólo es importante curar a las pacientes a las que se les detecta un cáncer de mama, sino mantener la mejor calidad de vida, porque las expectativas y necesidades que aparecen a lo largo del tiempo cada vez son mayores».
Estas necesidades, que la doctora Adrover ha querido poner sobre la mesa aprovechando la celebración ayer del Día Mundial del Cáncer de Mama, se traducen en una sobrecarga asistencial tanto en el ámbito de la Primaria como de la Hospitalaria «para poderlas atender conforme se merecen y dar solución a todos los problemas que a lo largo de la vida generan los tratamientos oncológicos».
Además la Unidad de Cirugía de la Mama recibe a la semana entre ocho y 12 nuevas pacientes con patología mamaria susceptibles de una intervención quirúrgica; a una media de 30 al mes, con diferentes lesiones, un tercio de las cuales va a precisar tratamiento oncológico. «Y si a eso le sumamos que estamos prolongando la expectativa de vida de las mujeres con cáncer de mama matemático, la prevalecía sube y el volumen de pacientes cada vez es mayor», agregó.
Esa mayor continuidad en los cuidados de un volumen de enfermas con enfermedad crónica mayor hace que al día cada uno de los tres oncólogos de la GAY de Albacete dedicados al tumor de mama ven de media, tanto de primeras visitas como de revisiones, un mínimo de 20 mujeres con esta enfermedad, es decir, 60 por jornada.
Un aumento de la presión asistencial que todavía ha empeorado más debido a la pandemia del coronarias. «Hay un gran acumulo de pacientes a los que se les han demorado sus cirugías o sus pruebas diagnósticas, demoras que en algunos casos se mantienen a día de hoy, porque el Hospital a nivel de espacios y pruebas está muy limitado y no tiene recursos suficientes para afrontar esos momentos de mayor ímpetu que presenta la enfermedad». También el miedo de algunas personas a la hora de acudir a los cribados de cáncer de mama o la no presencialidad en Atención Primaria en los momentos más duros de la pandemia, según la especialista de Oncología también ha hecho que muchos de los diagnósticos lleguen a la consulta con retraso y en fase más avanzada.
En cáncer de mama inicial los oncólogos del Complejo Hospitalario de Albacete aplican tratamientos acordes a las características de cada paciente y a la biología del tumor. «Se trata de una medicina que exige más precisión y se intenta personalizar al máximo. Intentamos adecuar el esfuerzo terapéutico a las características del tumor y a las peculiaridades y deseos de cada paciente».
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