La temporada estival es una oportunidad de trabajo para muchas personas en el campo. La capital no destaca especialmente por la demanda de mando de obra para las recogidas de ajo o cebolla, y más tarde la vendimia, pero sí los municipios que la rodean. Eso hace que la época sea propicia para la llevada de asalariados que cubran esta necesidad, muchos de ellos, inmigrantes.

En principio, y es una de las reivindicaciones más insistentes de las organizaciones sindicales, los empresarios que contratan deberían -porque no siempre se atiende a esta cuestión- hacerse cargo también del alojamiento de sus trabajadores. Para evitar que quienes llegan a la ciudad por este motivo queden desasistidos, desde el Ayuntamiento, y desde hace más de una década, se les da una respuesta, pese a no ser la administración competente.

«Este año hemos vuelto a poner a su disposición 30 plazas que hay repartidas entre las tres viviendas que se encuentran junto al cementerio», explica a este diario la concejal de Atención a las Personas, Juani García.  De hecho, cuenta también que «hemos realizado algunas mejoras y también se han habilitado más duchas», algo clave para superar las altas temperaturas del estío albaceteño y para que la estancia de los temporeros sea más confortable.

Aparte de ello, la responsable del área de Atención a las Personas destaca también que hay «otras 24 plazas habilitadas para alojamiento de temporeros en el CAIPSH», que es el Centro de Atención Integral a Personas Sin Hogar (también conocido como el albergue municipal, en la calle Alcalde Conangla) y, además, es «el primer recurso al que se tienen que dirigir para solicitar poder disponer de una plaza cuando llegan a la ciudad», informa también.

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