La justicia también es notoriamente rápida a veces: Ya hay sentencia definitiva contra el hombre que el 29 de enero de este año atracó cuchillo en mano la estación de servicio Los Molinos en la A-31 a la altura de Bonete. El Juzgado Penal 2 le ha impuesto una condena de cuatro años y cuatro meses de cárcel, más el pago de una multa de 180 euros, por el robo con intimidación y lesiones leves a la empleada de la gasolinera. La sentencia tiene además el refrendo de la Audiencia Provincial, que confirma el fallo judicial al desestimar el recurso del procesado, un hombre de 40 años de edad, residente en la localidad valenciana de Canals, alguien que según informó la Comandancia tras el arresto tienen numerosos antecedentes por robos con violencia e intimidación, de similares características al cometido, en varios puntos de la geografía española.

El atraco en la estación de servicio fue noticia tras el arresto del protagonista a manos de la Guardia Civil, y el autor del robo estaba en prisión provisional desde el 31 de enero. La sentencia señala cómo el día 29 de enero el acusado había acudido a la gasolinera, «cubriendo gran parte de su rostro, boca y nariz con una bufanda para intentar evitar su identificación». 

El ladrón entró y esgrimió un cuchillo ante la empleada, que se encontraba tras el mostrador y le dijo «dame los billetes que tengas en la caja». Se llevó 185 euros, y huyó con un vehículo en el que fue detenido poco después, ese mismo día, en la N-430, cerca de Albacete capital, tras huir de la Guardia Civil a gran velocidad por la A-31, donde hizo varios adelantamientos en zigzag, a riesgo de causar un accidente.

En el arresto fue sometido a las pruebas de detección alcohólica y dio positivo. La sentencia dice que, de hecho, en el momento de cometer el atraco el acusado «se encontraba bajo la influencia del consumo de bebidas alcohólicas», de hecho según informó en su día la Guardia Civil duplicó las tasas permitidas, si bien, eso solo le afectaba «ligeramente» a su capacidad de entender y de querer. En el momento del arresto le fue incautado el cuchillo que usó para el robo, y el dinero robado. La trabajadora fue atendida por una crisis de ansiedad, que es lo que da pie a que la justicia condene al ladrón por un delito leve de lesiones.