¿Cómo han cambiado las series de antes a las de ahora?

Europa Press
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Todavía recuerdo la cantidad de familias que ponían una cinta en el vídeo para grabar los capítulos de la serie que más les gustaba cuando no podían estar en casa para verlos. Eran otros tiempos. O eso dicen. Ahora, todo ha cambiado. La novedad y la originalidad de las nuevas series nos han demostrado que estemos donde estemos, podemos ver uno, dos e incluso la temporada entera de la serie que nos ha enganchado y nos ha robado el tiempo.

Parece mentira que todo haya evolucionado tan rápido. Y es que si lo piensas, el razonamiento humano se escapa de poder entender que ya no hace falta conjurar la intriga de semana en semana para saber qué pasaba con Lucía y Diego en Los Serrano. En los tiempos en los que corren, y en las plataformas en las que estamos suscritos, basta con ver un capítulo de una serie para engancharte y terminar de verla en el mismo día.

El tiempo de cada episodio también ha cambiado. O a lo mejor no. Quizás el tiempo que duraban los anuncios hacían que los capítulos durasen más de lo que verdaderamente era. Parece que ahora, la media está en 40 o 50 minutos, ¿qué es eso para un adolescente que tiene las tardes o las noches libres? Nada. Ni si quiera para los más adentrados en edad, que aprovechan cuando llegan a casa para desconectar de sus trabajos y de su rutina diaria y lo hacen frente a la pantalla.

En definitiva, los tiempos han cambiado y en consecuencia todo. Ya no tenemos el mismo interés que antes. Si te ves una serie en un día parece que ni sientes ni padeces, no la vives a lo largo del tiempo. Todavía podemos recordar los años en los que las series duraban años y años... eso ya no existe. Con la llegada de la globalización todo ha cambiado, o mejor dicho, quizás somos nosotros los que hemos cambiado y ya nada nos parece lo de antes. Recordemos, las comparaciones son odiosas y lo seguirán siendo mientras establezcamos una vinculación con nuestro yo del pasado.