La rebaja del límite de velocidad en el casco urbano, que ya está en vigor fruto de la última modificación del Reglamento de Circulación de la DGTaprobado a nivel nacional, pero que en el caso concreto de Albacete lleva en marcha ocho meses, traerá a largo plazo un deterioro de los vehículos, según Antonio Atiénzar, presidente de la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos y Afines (Apetreva), integrada en FEDA.
Atiénzar destacó que lo normal es que los más perjudicados por circular a menor velocidad en ciudad sean los vehículos diésel, frente a los de gasolina, «porque los sistemas que llevan anticontaminantes necesitan coger una temperatura ideal para empezar a trabajar, con lo que retendrán más carbonilla y obligará a los conductores a pasar con sus automóviles por el taller para el cambio de filtros o para su limpieza; también los embragues sufrirán más».
Para el presidente de Apetreva «ahora toca aprender a conducir a estas velocidad para que los vehículos no se dañen, aunque a largo plazo entrarán antes para su reparación al taller».
A este respecto, el presidente de la Asociación Provincial de Talleres de Reparación indicó que si bien el objetivo de la bajada de la velocidad contemplada en el modificado Reglamento de Circulación es reducir los atropellos de peatones y los accidentes de tráfico en ciudad, quizás no se consiga «si los vehículos que circulan están en mal estado».
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