Es una disciplina apta como pocas desde el punto de vista intelectual y pedagógico y, aun de forma excesivamente premiosa, se configura como una herramienta útil para implantarse definitivamente en los centros educativos. El ajedrez centró la atención del Parlamento Europeo, cuando en 2012 aprobó el proceso de su implementación en los colegios, lo que implicaba involucrar a los sistemas educativos y su financiación. Tras ese con el compromiso de los países miembros de la UE, dos años después llegó al Congreso de los Diputados en forma de iniciativa del grupo socialista apoyada de forma unánime por todos los demás, haciéndose eco de esa directriz europea para que el Gobierno impulsara la entrada del ajedrez en las escuelas. En 2015 la Comisión de Educación del Congreso decidió instar al Gobierno a su instauración, lo que por ahora no se ha materializado. Las competencias educativas están transferidas a las comunidades autónomas y se ahora está a la espera de que el mandato del Congreso se lleve a la comisión sectorial del Ministerio de Educación en la que están integradas las comunidades autónomas. Se pretende una aprobación del proyecto que sea vinculante para esa integración en los colegios. Justino López es el presidente de la Federación de Ajedrez de Castilla-La Mancha (Faclm) y partidario entusiasta de completar ese proceso. «Se entiende que el ajedrez es muy válido no solo con una finalidad deportiva, sino también como herramienta pedagógica, con unas características de transversalidad que permiten que se pueda trabajar otra serie de habilidades o conocimientos», explicó a este diario, incidiendo en la idea de que «acabe siendo una materia curricular no con una finalidad en sí misma, sino como una herramienta que complemente el resto de la educación». (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)