Joyas del patrimonio

Antonio Soria
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El órgano en España, especialmente de tipo ibérico, fue referencia mundial

Gran órgano de la catedral de Granada.

En España, el órgano fue (y nos gustaría que continuase siendo) un instrumento muy importante de nuestro acervo cultural. En el S.XVIII llegaron a ser censados la friolera de 80.000 instrumentos. 

Ya sabemos que entre la desamortización de Mendizabal y las barbaries sufridas en la Guerra Civil Española, se perdieron verdaderas joyas de nuestro patrimonio. Hoy en día, con ausencias tan notables de órganos históricos en nuestra provincia como son los apenas documentados restos de Lezuza o Peñas de San Pedro, entre, seguramente, muchos otros, afortunadamente se han recuperado varios instrumentos e incluso se ha creado nuevo patrimonio. A saber, algunos de ellos, en la provincia de Albacete: El Bonillo (Iglesia Parroquial Santa Catalina), Elche de la Sierra (Iglesia Parroquial Santa Quiteria), Férez (Iglesia Parroquial La Asunción), Liétor (Iglesia Parroquial Santiago Apóstol y el que se acopló por suscripción popular desde la localidad francesa de Saint Tropez al convento), o Villas de Ves (Santuario Santísimo Cristo de la Vida). Tras la Guerra Civil Española, una empresa organera llamada OESA (Organería Española, s.a.) se puso las botas construyendo y dotando a muchas parroquias españolas de nuevos instrumentos, en general de dudosa y limitada calidad y costoso mantenimiento, como fue el caso del órgano actualmente activo en la Catedral de Albacete, donde esta tarde, según nos informa Globalcaja, a las 18h. tiene lugar un concierto a cargo de Mª Ángeles Jaén Morcillo, con entrada libre, en conmemoración del 235 aniversario del contrato para la construcción de un órgano barroco. Lástima que hoy en día no podamos disponer de aquel instrumento en la capital de la provincia de Albacete. Como fue anunciado en La Tribuna de Albacete el pasado jueves, la organista y doctoranda albacetense, tiene a la venta su segundo disco, dedicado al patrimonio organístico castellano - manchego, en la Librería Popular. El primero de ellos lo dedicó a sonoridades de órganos de siete diversos países europeos.

Recuperar una tradición. Nos parece positivo todo lo que sea estudiar y trabajar por la recuperación del patrimonio, material e inmaterial, que hizo de España la nación más importante en la evolución histórica a la Edad Moderna. A nivel de instrumentos, los trabajos de restauración que responden a la fidelidad de su origen y hacen posible revivir la literatura musical de la época, y a nivel musicológico e interpretativo, la recuperación del repertorio y su recreación en los instrumentos para los que fueron creados, es algo básico para no dejar de construir el país que a una sociedad como la española le corresponde. Cierto es que a nivel de tradición no sólo organológica (los organeros, o constructores de órganos), como compositiva (los músicos que han escrito para este instrumento), como creación o recuperación de instrumentos, como docente, en lo que se refiere a escuela de investigación e interpretación musical, España está muy desmejorada y en inferioridad de condiciones y recursos con respecto a otros países vecinos, como Francia, que no han sufrido tan lamentables interrupciones y raptos de la tradición y el patrimonio. Nada que ver el nivel de un conservatorio superior español (salvo honrosas excepciones) con casi cualquier conservatorio francés, no ya superior, sino nacional. Doy fe de ello desde que tuve la oportunidad de ser el único discípulo oficial español de Francis Chapelet en el Conservatoire National de Région André Malraux de Burdeos. Ójala evolucionemos para bien.