La Reverencia presenta su nuevo disco, Dans la chambre du roy, ya disponible. Su director, clavecín y órgano, Andrés Alberto López, comentó las singularidades de esté álbum, con obras de Du Mont, Lambert, Charpentier, Marais y Lully. 

¿Por qué En la cámara del rey?

En la cámara del rey hace referencia a esa parte de los palacios reales que habitó Luis XIV, con solo Versalles, también Fontainebleau, había varios alrededor de París en los en que determinadas cámaras, habitaciones, se reunían a conversar, jugar, bailar y escuchar música. El nuevo disco del grupo hace referencia a todas las músicas que sonaban en las cámaras reales en esos momentos.

Lo grabó con su grupo habitual.

Cierto, lo grabé con mi grupo después de Pièces de clavecin en concerts, de Rameau. No había grabado otro con ellos hasta este mismo, que realizamos hace un par de años, pero por diferentes cuestiones, evidentemente la pandemia, tuvimos que posponer su edición, pero por fin, ya está disponible. 

¿Qué decidió incluir en el álbum?

El álbum es una selección de obras de los compositores más allegados a la casa real francesa de finales del XVII. Música barroca y maestros como Lully, Lambert, Marais o Du Mont, toda una estirpe de músicos que trabajaban para la corte, que no eran pocos y tenían que surtirla de música diariamente, para todos los servicios y no solo del  rey, también de los cortesanos. Verdaderamente fue difícil porque tienes que hacer una selección muy escueta y terminamos con dos arias de la que quizá fue la ópera más importante Lully y la que más gustó al rey, Armide, con la última escena, que encajaba muy bien con el disco. 

También incluimos una Lección de Tinieblas de Charpentier, música religiosa, porque el repertorio sacro era importantísimo; el rey asistía a misa todos los días. Tanto la música religiosa como la profana eran muy importantes y en el disco hay ejemplos de ambas. 

¿Piezas vocales e instrumentales para equilibrar el disco?

Sí, hemos tenido la suerte de contar con Perrine Devillers y Dagmar Šašková, que son dos cantantes    que están trabajando mucho en toda Europa, son muy buenas, ambas encantadoras, con un carácter mediterráneo como el nuestro. Así que  respetamos las características de las reuniones de aquella época, porque la música instrumental y vocal estaban a la par. 

¿Cómo es en este caso el bloque instrumental de La Reverencia?

Elegido en función del proyecto, que es el más numeroso que hemos hecho, con nueve músicos. La idea es interpretar el repertorio orquestal con los mínimos elementos posibles, para reproducir el límite entre agrupación de cámara y orquesta. Me interesaba forzar para ver hasta qué punto se podían conseguir matices en ese mundo fronterizo, con  la agrupación grande de cámara y pequeña orquestal. Estoy muy contento de lo que hemos conseguido, con dos violines, dos flautas y un conjunto amplio de bajo continuo. Yo al clave y órgano.  

¿Dónde hizo la grabación?

Como siempre, en Liétor, nuestra sede para las grabaciones, en la ermita de Belén, con Pascual Lorenzo, como es habitual.  

¿Las obras son muy conocidas?

La mayoría de las piezas del disco son muy conocidas.  Me interesaba experimentar dónde estaba la frontera entre un gran grupo de cámara y una pequeña orquesta, por eso elegí piezas conocidas, para poder comparar lo que normalmente se hace con este repertorio y lo que hicimos nosotros, que no es otra cosa que reproducir la agrupación que se formaba en las reuniones, como se ve en los grabados de la época.    

¿Lo grabaron en sesión?

Sí, todos los músicos. La música barroca se graba toda así, no permite otro tipo de técnica de grabación. Está tal cual lo hicimos, más de una semana encerrados todos, muchas horas todos los días perfilando todo el repertorio, muy entretenido. 

¿Un buen momento para sacar un disco?

La verdad es que, aunque estén aquí las navidades, no es un buen momento para sacar el disco, pero no podíamos retrasarlo más.  Aquí, lo tendremos donde siempre, en Librería Popular. Luego en la página web de Vanitas y en todas las plataformas, en muchísimos sitios.