La fotógrafa albacetense Clara Lozano Avilés es la flamante ganadora del Premio de Artes Plásticas Ayuntamiento de Albacete 2019, dotado con 6.000 euros, merced a un tríptico de clara inspiración pictórica titulado Ascendimiento. Formada en la Escuela de Arte de Albacete, amplió posteriormente estudios con un máster de Iluminación y Diseño Gráfico en Alicante. En su trayectoria artística ha recibido varias distinciones en concursos, por ejemplo tres premios del Museo Municipal de la Cuchillería, otros tantos en Albacete Siempre y una adquisición de obra en la pasada Bienal Ciudad de Albacete.

¿Qué supone para usted este reconocimiento?

Para mí sólo estar al mismo nivel que la pintura ya es toda una satisfacción y que además haya ganado el Premio de Artes Plásticas es algo muy importante.

Una obra inspirada en uno de sus cuadros favoritos...

Sí, está inspirada en El Descendimiento de la Cruz del pintor flamenco Rogier van derWeyden, mi obra preferida en toda la historia del arte, recuerdo que cuando la vi por primera vez en el Museo del Prado me emocioné y quedé totalmente impresionada. Me fascinaron sus colores, la impresión de los rostros, sus grandes dimensiones, los detalles que contiene.... todo en definitiva.

El componente pictórico de sus fotografías es algo que las define, muy reconocible...

Sí, es la parte que más me gusta de la fotografía, de hecho hay muchos artistas famosos que también lo hacen, por ejemplo mi fotógrafo preferido, Eugenio Recuenco .

En la fotografía ganadora realiza una reinterpretación personalísima de la obra de Van der Weyden, ¿que ha querido transmitir?

Bien, está claramente inspirado en esa obra, pero es una recreación. En el cuadro el motivo central es el descendimiento de Jesús de la Cruz y yo quería realizar otra versión a partir de la misma. La obra se componen de tres cajas que contienen a la misma chica, como tres versiones de ella, donde la central sería la mejor de ellas, representaría el ascender de una persona interiormente para alcanzar la mejor versión de uno mismo, es una fotografía de mucho simbolismo.

¿Todas sus modelos son personas próximas?

Es una de mis mejores amigas, Paloma, la llevo fotografiando desde hace muchísimos años y la verdad es que tiene un físico muy pictórico. La mayoría de mis modelos son personas cercanas a mí, también he trabajado con su hermana Lucía, con Andrea, Miriam.... todas ellas fueron creciendo conmigo.

¿Le interesa por encima de todo la figura humana?

Lo que más me gusta fotografiar son personas, sobre todo mujeres, es lo que mejor me sale. No son retratos donde se refleje la psicología interior, porque en la mayoría de los casos están actuando como un personaje y siguiendo las indicaciones que les voy dando.

¿Cuáles son sus grandes referencias artísticas?

En la exposición que realicé recientemente en el Museo Municipal de Albacete ya aparecían reflejadas en muchas obras a mis dos artistas preferidos, el ya citado Van der Weyden, englobando también un poco la corriente flamenca, y Salvador Dalí y el surrealismo.

¿Proyecta seguir explorando por ese camino creativo?

Pues la verdad es que sí, porque de hecho estoy siguiendo por este camino desde hace 12 años, aunque a veces haga algunas cosas diferentes, por ejemplo bodegones. Mi proyecto a más a corto plazo es presentarme al Concurso del Cartel de Feria de 2020, algo que vengo pensando desde hace tiempo.