Con pancartas alusivas a la necesidad de rescatar al sector, gritos de «No somos los culpables», «¡Alcalde dimisión» o «¡Queremos una Ayuso!», centenares de profesionales de la hostelería se concentraron ayer frente a la puerta del Ayuntamiento, en un almuerzo reivindicativo donde se repartieron bocadillos y botellas de agua, exigiendo el apoyo del equipo de Gobierno municipal ante la situación crítica que atraviesan por las medidas adoptadas por el Covid.

El presidente de la Apeth, David Jiménez, se refirió a la situación límite que viven más de 3.000 empresas en Albacete por el cese de la actividad y exigió medidas urgentes, ayudas directas y el respaldo de las autoridades locales  para salvar a muchos negocios al borde de la quiebra.

«Simplemente queremos que nuestro alcalde cumpla lo prometido y que apoye a un sector ahora mismo totalmente hundido», advertía Jiménez, al tiempo que instaba a Vicente Casañ a trasladar al Ejecutivo regional la necesidad de prestar ayuda a una actividad económica especialmente castigadas por la pandemia.

flexibilidad. El presidente de la Apeht desveló que de todas las peticiones para instalar y acondicionar terrazas con la entrada en vigor del Nivel 3 «sólo se aprobaron un 20% de las mismas, sacamos a toda la gente de los ERTE y no se pudieron mantener las terrazas al 100 por cien como se nos dijo en su día, por ello pedimos que se cumpla aquella flexibilización y lo que se prometió y firmó en un documento público».

Preguntado por la defensa del modelo de actuación del Gobierno de la Comunidad de Madrid en este sector, que muchos de los manifestantes ponían como ejemplo, argumentaba que con la hostelería cerrada los contagios siguen en aumento, «el modelo de Ayuso es hoy en día el que estamos aplaudiendo porque vemos cómo Madrid es la ciudad con menos contagios y donde la hostelería no cae como lo está haciendo en Albacete».

Jiménez  cifró en entre 12.000 y 15.000 las familias, directa e indirectamente, las afectadas por esta situación de nosotros, por Albacete vive principalmente de nuestro sector, por lo que ve fundamental salvar a un sector que crea riqueza y empleo y se comportó desde el primer día de la crisis de una manera exquisita, al cumplir todas las exigencias a nivel sanitario».

Finalmente, confiaba en que, tras las últimas reuniones mantenidas en Toledo, el próximo domingo -cuando se cumple la segunda  prórroga de 10 días con los establecimiento cerrados- comiencen a suavizarse las medida «y nos dejen abrir poco a poco, de una forma segura para nuestros clientes y el resto de ciudadanos».

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