Alfonso Serrano presentó a Rafa Gálvez, jugador que ya estuvo en el Alba que ascendió a Segunda en 2017 y que regresa a la que considera su casa.

"Acababa con el Castellón, me llamó el Alba y tuve pocas dudas porque aquí fui muy feliz y lo considero mi casa. Tenía ganas de volver", manifestó el cordobés, que puede jugar de mediocentro o defensa central.

Ahora llega con más experiencia, con el poso que dan el paso de las temporadas, una responsabilidad que no elude. "La otra vez tenía 23 años y ahora 28, soy el mismo jugador que quizás ha madurado en la forma de comportarse ante determinadas situaciones. Esta responsabilidad me gusta".

La afición mostró su alegría al conocer su fichaje, lo que define el poso que dejó en el Belmonte. "El club me trató bien, la salida fue buena y al decidir volver he notado el apoyo de la afición. Espero devolver ese cariño en el campo".