Molina de Aragón recibe el título de 'la Siberia española' merced a sus temperaturas bajo cero de récord en toda la península. Pero el invierno no se acerca a la comarca. El popular 'the winter is coming' debería ser, a tenor de la escena que se está rodando en el castillo de Zafra, un alegato a la primavera, puesto que Guadalajara tendrá mucho que ver en el inicio de una de las tramas principales de la serie: el origen de Jon Nieve.

Desde que se conociera la elección del castillo de Zafra como zona de rodaje de la sexta temporada no han parado de surgir rumores sobre qué ubicación de los Siete Reinos dará forma. La práctica totalidad de los grandes conocedores de la trama no tenían ninguna duda en que la zona, rocosa y de color rojizo, era la ubicación perfecta de la conocida como Torre de la Alegría, situada en las Montañas Rojas de Dorne.

A tenor de lo que La Tribuna ha podido ver el pasado lunes en la zona del rodaje, se puede confirmar prácticamente que la escena que se rueda en Guadalajara es la liberación de la Torre de la Alegría a través de una visión que tiene del pasado el personaje de Bram Stark gracias a los conocimientos que le transmite el conocido como 'Cuervo de Tres Ojos'. Una escena que arranca en las tierras de más allá del Muro y que termina en el reino sureño de Dorne, una zona ya representada en la serie con ubicaciones españolas, concreamente de Andalucía.

Los hechos. En Guadalajara se encuentra durante estos días el veterano actor Max Von Sydow. A sus 86 años, el sueco mantiene su actividad compaginando el rodaje de Juego de Tronos con una aparición en la nueva película de Star Wars.

El actor, pupilo del mítico Ingmar Bergman, con más de 200 películas a sus espaldas tan conocidas como El Exorcista, Evasión o Victoria o Pelle el conquistador, dos nominaciones a los Oscar y otras tantas a los globos de oro, es una leyenda del mundo del cine. Y así es tratado en el rodaje.

Von Sydow es trasladado, con su traje de plumas negras que le identifica inequívocamente como el Cuervo de los Tres Ojos, en una furgoneta con los cristales tintados. Una asistente vigila, sombrilla en mano, que nada le falte. Sólo se levanta de su silla para sentar cátedra. Todo un lujo trabajar con él.

A su lado, el joven Isaac Hempstead-Wright, que interpreta en la serie a Bram Stark, el joven que se queda paralítico tras ser arrojado de una torre al contemplar el incesto de los Lannister.

La cuestión es que el pequeño Bram tiene poderes de videncia que el Cuervo (Max) le enseña a controlar. Gracias a ellos puede ver el pasado, y descubre que el que creía que era su hermano bastardo, Jon Nieve, es en realidad el hijo del anterior príncipe Rhaegar Targaryen y su tía, Lyanna Stark.

Antes de semejante descubrimiento, Bram, y con él los espectadores en pantalla, verán cómo se produce la pelea a espada de los tres miembros de la Guardia Blanca que custodian la Torre de la Alegría contra un joven Eddark Stark (en la zona hay un posible doble rejuvenecido del actor Sean Bean) y otros seis guerreros. Siete hombres que llegan a caballo y que justifican que en la zona del rodaje se vieran el lunes siete caballos de los 14 desplazados a Zafra.