"Debemos preguntarnos por qué los yihadistas golpean Europa"

Ana Martínez
-

La periodista y escritora madrileña, Julia Navarro, firmó ayer ejemplares de su última novela, 'De ninguna parte', invitada por Popular Libros, donde consideró que el desarraigo es "uno de los problemas del siglo XXI"

Julia Navarro, durante la firma de ejemplares de su última novela. - Foto: Arturo Pérez

Es su octava novela. Pasó por La Biblia de Barro, por Dime quién soy y por la Historia de un Canalla. Ahora, tras Tú no matarás, Julia Navarro está promocionando De ninguna parte, un viaje a los confines de la conciencia de dos hombres, una historia de exilio y desarraigo, de terrorismo yihadista, de intolerancia y de desamparo humanitario. Ayer firmó ejemplares a sus lectores en Popular Libros.

¿Qué es más difícil, morir o matar?

No quiero pensar qué debe sentir una persona que se ve en ese dilema, porque el morir matando, que es lo que hacen algunos integristas, debe ser un momento absolutamente terrible. Tienes que estar muy fanatizado para tomar esa decisión.

No hay quien empatice con el integrismo religioso.

Esta es una novela de acción, pero también de reflexión. Me interesa entender el por qué el ser humano hace determinadas cosas, llega a determinadas locuras. En todas mis novelas hay una pulsión por viajar a esos confines de la conciencia, llenos de claroscuros de la condición humana. En esta novela describo cómo un joven termina convirtiéndose en un terrorista e intento explicarlo, que no justificarlo. Una cosa es explicar cuál es el recorrido vital de una persona que termina convirtiéndose en un monstruo y otra cosa es que la exonere de lo que hace.

¿Cómo se consigue eso?

Intento meterme en la piel de los personajes, pero en mi vida cotidiana intento meterme también en la piel de todo el mundo para intentar entenderlo. Si no haces el esfuerzo de meterte en la piel de los demás es difícil comprenderlos y, a veces, aún haciendo ese intento, sigues sin lograr comprender nada.

Una de sus novelas más complejas fue Dispara, yo ya estoy muerto, en la que profundiza en la creación del estado de Israel y el eterno conflicto con Palestina. ¿Le trajo más sinsabores que alegrías?

Fue una novela que pensaba que iba a ser malentendida, pero los lectores la entendieron perfectamente bien, porque yo lo que conté es una historia de dos familias y la visión de cada una de ellas sobre los acontecimientos que les estaban tocando vivir. 

(MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA Y EN LA APP DE LA TRIBUNA DE ALBACETE)