La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra un hombre, que se enfrenta a 10 años y medio de prisión, por masturbarse en dos ocasiones delante de una niña de 12 años, una de ellas delante también de la hermana de cinco años, y realizar tocamientos a la menor, así como proponerle mantener relaciones sexuales a la misma, hechos que él negó. Además también mantuvo que no había pegado a la abuela de la niña, cuando ésta fue a pedirle explicaciones. 

A continuación declaró la menor,  que afirmó que el acusado era su vecino y que ella bajaba a jugar a un patio del bloque en el que residían y que el acusado, que superaba los 40 años de edad también bajaba allí con sus sobrinos y que jugaba con ellas al fútbol, a las cartas y a otros juegos. 

La menor narró que el día de los hechos, el 8 de abril de 2019, se encontraba con su hermana de cinco años y con el acusado y su sobrino jugando a las cartas en la puerta del portal y que decidieron subir a casa a beber agua y que el acusado entró en el portal detrás de ella y su hermana. En ese momento, en el que ella subía la escalera, el procesado la agarró por el brazo y le dijo que si quería «bajar al sótano con ella a follar» y le dijo que «estaba muy buena» y le tocó el culo y le intentó bajar los pantalones y las bragas pero ella se resistió y no pudo bajarle las bragas. El acusado, según la menor se masturbó hasta echar un líquido blanco. La niña consiguió zafarse e ir a casa de su madre. La joven narró que dos meses antes, en el mismo portal, el acusado ya se había masturbado ante ella y le había propuesto tener sexo, pero ella no se lo dijo a su madre, porque él la amenazó.

De hecho, la madre explicó que fue su hija de cinco años la que le explicó lo sucedido cuando subieron ambas llorando. La madre le contó lo ocurrido a la abuela de la niña. La propia abuela contó que fue a pedirle explicaciones al acusado y que él la empujó contra la pared y le rompió el jersey.

El abogado de la defensa, Adolfo Sánchez Martínez, manifestó su intención de pedir la libre absolución de su cliente.