Carrusel de emociones en los premios de la prensa

E.F
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La entrega de los galardones que concede la Asociación de Periodistas de Albacete se convirtió en un canto a la vida por parte de un colectivo que tuvo que dar el 'do' de pecho en 2020 para mantener informada a la sociedad

Loli Ríos y Santiago Córcoles. - Foto: José Miguel Esparcia

Hay crónicas en las que el cronista lo tiene muy difícil para ser objetivo, actos en los que el gacetillero no puede evitar dejarse llevar por la emoción cuando los protagonistas son más que compañeros, más que amigos, son familia. Y el de ayer, la entrega de premios de la Asociación de la Periodistas de Albacete, fue uno de esos eventos.

El primer directo a la mandíbula  fue ver que todos están bien pues, a pesar de las distancias y las limitaciones que impone el maldito virus, ayer, en los jardines de la Cámara de Comercio, la gran mayoría de los asociados de la APAB había logrado superar con nota uno de los años más exigentes de nuestras vidas, en lo profesional y lo personal, como subrayó la presentadora, María José Fuenteálamo.

Luego llegó la coordinadora del anuario y redactora de esta casa, Ana Martínez, para recordar que el virus, él solito, nos obligó a manejar «uno de los mayores volúmenes de información» que se recuerdan en esta plaza «sin dejar de atender a todo lo demás» porque, aunque  parezca increíble, «además de la epidemia, en 2020 pasaron muchísimas cosas más».

Puestos ya ‘en posición’, llegaron más golpes con los premios José Sánchez de la Rosa, porque este año hubo dos, y el primero en orden se lo llevó una joven realidad del periodismo salido de Albacete, Jorge García Pérez, por el reportaje radiofónico El Silencio del Teatro Circo. Recibió el premio de manos del redactor jefe de este rotativo, quien casualmente es su tío.

A continuación, llegó el turno de un veterano del fotoperiodismo, Raúl Moreno, por su reportaje Memoria Histórica: La muerte de Gerda Taro y los hijos de la libertad que cuenta varias historias con un denominador, qué sucede con las personas que están detrás o que, literalmente, vienen detrás de los protagonistas de los grandes momentos de la historia.

Llegados a este punto, ya era prácticamente imposible seguir tomando notas sin sentir cómo se eriza la piel mientras escribes. Y aún quedaban dos momentos en los que sus protagonistas lograron poner un nudo en la garganta a los presentes, el premio a la colaboración con la actividad periodística y el premio a la trayectoria.

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