Durante todo este mes de agosto la Biblioteca Pública del Estado, BPE, de la capital acoge una exposición fotográfica dedicada a los objetivos de desarrollo sostenible y el cambio climático a nivel planetario. Ubicada en los rellanos de las escaleras correspondientes a los tres primeros pisos y organizada en colaboración con la Fundación Musol, esta exposición es una continuación de la que hubo en julio en esta misma ubicación y bajo esta misma organización sobre un proyecto agropecuario en Bolivia y que llevaba por título, ‘Watunaku, el alma de la comunidad», comenta la coordinadora del proyecto bibliotecas solidarias en Castilla-La Mancha de la Fundación Municipalista por la Solidaridad (Musol), Ana Torres Arena.
La exposición, explica Torres, quien estuvo acompañada por el director de la BPE, Juan Manuel de la Cruz, lo que hace es mostrar no sólo cómo las acciones humanas pueden llegan a influir en el calentamiento global y sino también cómo a pesar de que es en el continente Norte donde más se hace por este calentamiento es, por contra, en el continente Sur en donde más se está notando el llamado efecto invernadero en la vida diaria de las personas, en su salud, en la gestión del agua y tratamiento o en la producción. La muestra, que ya ha pasado por varias bibliotecas antes de la albacetense, la última de ellas la de la localidad conquense de Tarancón, está formada por 24 fotografías y varios paneles informativos con imágenes, añade Torres, ubicadas en diferentes lugares de América Latina, África y Asia.
La Fundación Musol, que tienen en el desarrollo uno de sus campos de actuación y que cuenta con varias delegaciones en diferentes comunidades autonómicas y sede en Valencia, precisamente uno de los proyectos en los que está inmersos en la actualidad no es otro que el llamado biblioteca sostenible; un proyecto integrado a su vez en otro más cercano, el de biblioteca solidaria.
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