La primera vuelta de la competición en la Tercera División de fútbol ha respondido más o menos a las previsiones en plena pandemia. Un gran número de encuentros aplazados (algunos, de momento, por partida doble) y una evidente distorsión en la liga que, previsiblemente, se reproducirá si las perspectivas de agravamiento de la situación sanitaria se confirman.

Hasta tal punto se ha extendido la excepcionalidad que, concluida la primera vuelta de esta fase inicial, se desconoce realmente quién lidera la clasificación y quiénes cierran el subgrupo A. Todo es provisional y probablemente lo seguirá siendo hasta el cierre de la liguilla.

Si contamos las 11 jornadas de la primera vuelta que se cerrará mañana, de un total de 55 encuentros han debido aplazarse 13 de ellos al haberse notificado casos positivos de coronavirus en las diferentes plantillas de jugadores, atendiendo al protocolo reforzado de la RFEF extensible a las Territoriales. Ello supone casi un cuarto de la competición trasladada a fechas posteriores, e incluso dobles aplazamientos (Calvo Sotelo-La Roda y Huracán de Balazote-Calvo Sotelo) que han hecho imposible el desarrollo normal del torneo. El último aplazamiento (el Quintanar-La Roda del próximo domingo) se jugará nada menos que el 14 de febrero, cuando la liguilla ya haya entrado en su recta final.

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