La magia de Katmandú

Redacción
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Óscar Cardo: "Afortunadamente, la ciudad sigue igual que cuando la visité por última vez hace trece años, caótica, sucia, ruidosa y especiada, pero ese primer golpe te enamora para siempre"

José Urbano Aparició, en Katmandú. - Foto: Amiab

La expedición Álex Txikon-AMIAB “Una historia de superación” ya se encuentra en Katmandú, la capital de Nepal. Después de un largo viaje de 16 horas y alguna escala llegaron los primeros contratiempos, afortunadamente resueltos sin mayores consecuencias. En el recuento de maletas faltaban cinco petates con material de altura para escalar el Ama Damblam y el Everest. Tras infinitas reclamaciones y pesquisas en el aeropuerto fueron apareciendo los petates desde esa misma tarde hasta el día siguiente.

Junto a los alpinistas de élite que escalarán el Ama Dablam en primer lugar y más tarde intentarán el Everest invernal sin oxígeno, se encuentran tres deportistas con discapacidad de AMIAB que van acompañados por cuatro monitores. Su objetivo es el Campo Base del Everest en el “Primer Trekking inclusivo invernal”. Juan Martínez (22 años), José Urbano Aparicio (27 años) y Jesús Bermúdez (23 años) están viviendo la gran aventura de su vida.

Óscar Cardo, bombero del Ayuntamiento de Albacete que forma parte de la expedición y que ya pisó la cumbre del Everest en 2006, relata desde Katmandú que, “El viaje en sí fue grato y ameno, fuimos pasando los diversos controles de los arcos de seguridad con mayor o menor soltura conforme nos alejábamos de España y el idioma nos iba cambiando. Esto era muy gracioso para los chicos a la par que intrigante, aunque lo mejor de todo fue el transporte desde el aeropuerto al hotel, fue el primer choque donde ellos pudieron observar, con las pupilas bien dilatadas y pegadas a los cristales del minibús, cómo es Katmandú”.

 

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