El Juzgado de Instrucción número 5 de la capital ha condenado a la Diputación Provincial a devolver la millonaria herencia de Purificación Urrea y a pagar 11 millones de euros a los herederos en concepto de rendimientos de las fincas rústicas Las Tiesas, Casa del Pozo y San Gregorio.
Se trata de una sentencia que el abogado de la parte demandante, Mariano López Ruiz calificó ayer de «histórica».
Y es que se trata de un extenso patrimonio que cuenta con unas 2.000 hectáreas de fincas aproximadamente (valoradas por la Diputación en 25 millones de euros), sábanas, cuberterías, un Mercedes, cuadros de gran valor, joyas, alhajas, dinero y acciones entre otras cosas, que sumado a los 11 millones de euros que deberá abonar la Diputación por el rendimiento de las fincas entre 1968 y 2014 y a los beneficios que éstas han dado desde 2014 hasta la actualidad, podría implicar un desembolso para la institución provincial próximo a los 50 millones de euros, según aclaraba el abogado.
EL origen. El inicio de esta historia se remonta a 1966, fecha en la que falleció doña Purificación Urrea y Pérez de Ontiveros, que se casó dos veces y tuvo un hijo que falleció antes que ella. Sin descendencia directa, dejó dicho en su testamento que toda su fortuna fuese confiada a la orden religiosa de San Juan de Dios para que creasen «un hospital destinado al albergue, asistencia sanitaria y recuperación funcional de niños pobres que estén enfermos y desvalidos». Los religiosos rechazaron la herencia y el legado fue a parar a la Diputación de Albacete.
En octubre de 1968, la institución provincial aceptó ser la heredera fideicomisaria, recoger los bienes y asumir la obligación de crear dicha fundación «en el plazo más breve posible».
En el año 2000, los herederos presentaron una demanda en la que se pedía que se declarara ineficaz a la Diputación como institución heredera, con respecto a los bienes de doña Purificación Urrea.
Este primer procedimiento terminó con una sentencia desestimatoria en el Juzgado y una sentencia de la Audiencia Provincial de Albacete en la que se declaraba que la Diputación Provincial dejaba de ser heredera de esos bienes, como explicaba ayer a La Tribuna de Albacete, Mariano López Ruiz. «La primera sentencia del juzgado no nos da la razón y es en la sentencia que se dicta en 2001, en la que se establece que la Diputación deja de ser heredera de los bienes de Purificación Urrea, bienes que han de pasar a los herederos para que ellos puedan constituir la Fundación, que era lo que esta señora quería y puso en el testamento».
Sin embargo, la Diputación siguió actuando como propietaria de esos bienes. «Desde el año 2001 en el que la Diputación Provincial ya no es heredera sigue detentando esos bienes, a nuestro entender de una forma totalmente irregular y a pesar de los requerimientos que hay, conversaciones, intentos de llegar a acuerdos, no se consigue, se pide una ejecución de sentencia por esta parte, el Juzgado nos da la razón, pero luego la Audiencia dice que como la sentencia no condena expresamente a entregar los bienes nos tenemos que ir a otro procedimiento».
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