El libro solidario Dos metros de distancia  (Diario de experiencias del confinamiento por la pandemia de la Covid-19) esta ya disponible en Librería Popular. Nuria Alonso Soto comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este proyecto que es conjunto.

¿Por qué es Dos metros de distancia como título?

En el subtítulo lo explicamos un poco, es un diario de experiencias del confinamiento por la pandemia. Nosotros somos un grupo de amigos que nos conocimos en los cursos de Naturaleza y haiku de la Universidad Popular y el libro se gestó mientras estábamos confinados porque sentimos la necesidad de mantenernos en contacto.   

Empezamos a reunirnos por skype y surgió la idea de expresar todo lo que vivimos  en un libro. Teníamos claro desde el principio que el libro tendría un fin benéfico y pensamos que, cuando estuviese en venta, lo que se sacara fuera al Banco de Alimentos, que hace una extraordinaria labor.

¿Qué características tiene esta obra?

Como nosotros nos conocimos en ese curso sobre naturaleza y haiku, por supuesto tiene haikus, pero también tiene haibun, esos relatos que lo recuerdan también, pero todos tuvimos libertad para expresar nuestras vivencias y sentimientos literariamente,  porque también hay cuento y poesía, sin ninguna etiqueta. 

Me gustaría destacar algo que nos parece muy importante, porque tiene unas ilustraciones  muy bellas que hizo Jesús Roldán y la labor de maquetación, junto con la coordinación de este libro, es de Toñi Sánchez Verdejo. 

¿Era necesaria otra obra sobre la pandemia?

Bueno, surgió así, ya que en el momento que comenzamos a reunirnos por skype resultó que todos estábamos escribiendo, plasmando nuestras vivencias, porque es lo que sabemos hacer. La gente ha ayudado en esta situación, ha puesto su granito de arena, con lo que ha sabido. Voluntarios, con su labor; costureras, cosiendo mascarillas  y nosotros, con este libro. 

¿Cuántos autores participan en el proyecto?

Somos muchos, casi 20, ya que además de nuestro grupo, que nos denominamos tragayines, porque además del amor al haiku nos dimos cuenta que nos unía el amor a la buena comida. Nos  ayudaron además amigos como  Ángel Aguilar, Frutos Soriano, Enrique Linares, Javier Sancho y Félix Arce.  

¿Cómo escogieron las obras?

En las reuniones se fue haciendo una selección, pero en la mayoría de los casos, ahí está lo que cada autor aportó, sin cortar nada. 

Globalmente, nos sorprendió gratamente que nada más hacer la primera impresión, se agotase y ya está una nueva edición. Empezamos vendiéndolo nosotros y también se puede comprar en Librería Popular, con ese fin solidario del que hablamos. 

¿Qué temas abordan?

Todo está relacionado con el confinamiento, con sentirse  de repente trabajando en casa, lo que para todos era nuevo, o ver cómo era todo si trabajabas fuera y veías que la gente estaba confinada, en casa. Mi vivencia, como tengo perro,  fue esa, salir y comprobar que estabas sola, pero cada cual escribió sobre lo que quiso, como esas salidas para hacer la compra y las colas que se formaban en los supermercados o esa sensación de ver los parques infantiles precintados o lo que pasa cuando estás enfermo o si, por desgracia, has perdido un ser querido, cómo se vive eso desde la distancia. 

¿Habrá presentación?

Pues lo barajamos, queríamos hacer una presentación, pero como hemos visto, no es posible. Pero sí que en febrero, si no es presentación, nos gustaría hacer un recital literario.