Una medalla por defender lo que da la tierra

L.G.E.
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El consejero de Agricultura fue reconocido por la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha. Insta a consumir productos de la región: «Cuando lo hacemos, estamos defendiendo lo nuestro»

Una medalla por defender lo que da la tierra - Foto: David Pérez

Aparte de consejero de Agricultura y de presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Francisco Martínez Arroyo es desde hoy Medalla de Oro de la Academia de Gastronomía de Castila-La Mancha. El presidente de la Academia, que también es el de la Fundación CCM, José María Sanromán, explicó por qué le habían decidido dar esta distinción por unanimidad:«Ha conseguido poner a los productos de Castilla-La Mancha como un referente no solo nacional, sino mundial». Destacó de él que es fácil verle en cualquier lugar de la región defendiendo los productos de la tierra y señaló que seguramente «Page estará orgulloso del trabajo que realiza». De hecho, cree que también deberían estar orgullosos de ese trabajo todos los castellano-manchegos.  

De lo que está orgulloso Martínez Arroyo es de los alimentos que se producen en Castila-La Mancha. «Somos una potencia agroalimentaria y podemos ofrecérsla al mundo», clamó. Pero insistió en que no solo hay que saber vender fuera, sino también valorar y consumir dentro de la región algunos de sus producos más preciados. «Disfrutemos de lo propio», insistió, «cada vez que consumimos un producto de alguna de las 43 denominaciones de origen, indicaciones geográficas protegidas o marcas colectivas, estamos defendiendo lo nuestro».

Arroyo no desaprovechó la oportunidad de dar algunos datos de lo que supone el sector agroalimentario en la región. Los productos protegidos con figuras de calidad generan 2.000 millones de euros de valor económico. Toda la industria agroalimentaria supone el 15% de la economía de la región.  «Es bueno que lo digamos muchas veces,  pone de manifiesto la importancia de algo que es real, que es tangible», indicó.

Pero aparte de lo tangible, Martínez Arroyo también subrayó la importancia que tiene este sector en lo «intangible», refiriéndose aquí a lo que aporta desde el punto de vista «social, medioambiental y territorial». El consejero manifestó que «dentro de ese sector agroalimentario están las raíces de Castilla-La Mancha, que ven su fruto en forma de productos agroalimentarios».  

Arroyo puso en valor que una institución como la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha tiene entre sus funciones «dar a conocer las virtudes del sector agroalimentario de la región y las posibilidades gastronómicas que este ofrece». De hecho, reconoció que esta distinción la valoraba especialmente por las personas que se la entregaban. El acto se celebró en el toledano Palacio de Benacazón, donde sigue estando la Fundación CCM.