El pasado sábado, en el jardín trasero de su casa, bajo la luz de cientos de velas y el atarceder, Hilary Duff y Matthew Koma se casaron en una ceremonia íntima, rodeados de sus hijos, familiares y amigos más cercanos. Después de poco más de dos años como pareja, siete meses comprometidos y una hija de un año en común, la pequeña Banks, Hilary y Matthew vieron la Navidad como el momento oportuno para contraer matrimonio.

La actriz vistió un traje hecho a medida por la diseñadora Jenny Packham, un diseño simple pero llamativo con ciertos detalles que no han pasado desapercibidos. Hilary no quería un vestido pomposo, por lo que se decantó por un cuerpo ajustado y mangas en forma de capa, que se fundían con la cola final del vestido. Además, en su espalda la pieza contaba con cien botones, que empezaban bajo la abertura del vestido que dejaba parte de su piel expuesta y terminaban en el final de la prenda, y las iniciales de la feliz pareja bordada en el interior del vestido, un detalle que fue la primera exigencia de Duff.

Por su parte, Koma se decantó por un traje de chaqueta negro, junto a una camisa blanca, una pajarita a juego con el traje y una flor rosa en la solapa de su americana. Y los pequeños de la casa vistieron a juego con la feliz pareja, especialmente Banks, quien lució un vestido blanco, pomposo y con un gran lazo en su espalda.

Durante la velada, los invitados disfrutaron de música en directo en el jardín, donde también se colocó una carpa para celebrar la cena y la fiesta posterior. Y el punto fuerte de la noche llegó cuando el pequeño Luca, de siete años, subió al escenario, agarró el micrófono y gritó: "Gracias por venir, ¡Que empiece la fiesta!" un gesto que hizo reír a todos los asistentes al enlace.

Este es el segundo matrimonio de la actriz, quien estuvo casada hasta 2014 con Mike Comrie, el padre de Luca. La pareja se separó después de tres años de novios y cuatro casados, alegando diferencias irreconciliables. Por su parte, esta es la primera vez que Matthew pasa por el altar y si todo pinta bien, será la última. ¡Qué vivan los novios!