Lenguaje italiano con alma española

A.D
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El Teatro Circo acogerá, a partir de las 20 horas, un concierto a cargo de Andrés Alberto Gómez, clavecinista, dedicado íntegramente a las sonatas de Domenico Scarlatti

Andrés Alberto Gómez, clave. - Foto: Pablo F. Juarez

El Festival de Música Barroca de Albacete, Femuba, prosigue hoy con otro gran concierto, el que protagonizará el clavecinista Andrés Alberto Gómez en el Teatro Circo, a las 20 horas. Una ocasión excepcional para acercarse a las Sonatas para clave de Domenico Scarlatti, algunas de las que ya grabó en su celebrado disco 17 Sonatas. 

El clavecinista confirmó a La Tribuna de Albacete que efectivamente «ya hice un proyecto de grabación con las Sonatas de Scarlatti, que comenzó hace ya cuatro años y desde entonces no he dejado de tocarlas, pero para cada concierto suelo cambiar el repertorio, no me gusta repetirme y, de alguna forma, así se van conociendo más».

La de Scarlatti, confirmó Andrés Alberto Gómez, «es una música que tiene un lenguaje peculiar, no se repite en ningún otro compositor de su época. Es un músico que se educó en Italia y luego, vivió la mayor parte de su vida en España, mezcla un poco, el lenguaje italiano con el folclore español, eso es lo que lo convierte en particular y esa mezcla se ve también en sus sonatas, porque Scarlatti, eminentemente fue un compositor de música para clavecín y eso se puede ver, claro».

Domenico Scarlatti estuvo al servicio de la que fue princesa María de Braganza y luego reina consorte, «como profesor de música y clavecinista de la corte, componiendo y tocando para ella -dijo Andrés Alberto Gómez-, pero de alguna forma, del cuerpo de sonatas de Scarlatti, las hay con diferentes exigencias técnicas y no sé hasta qué punto María de Braganza tendría la habilidad técnica que se requiere para interpretar. Creo que un tipo de sonata más asequible, la tocaría, pero seguro que para las más complicadas es necesario un músico profesional para dominarlas. Luego, es posible que hubiese  diletantes para los que escribía Scarlatti piezas que no demandaban tanta técnica, entonces, digamos que las sonatas de Scarlatti cubren estos dos polos, las más sencillas, para aficionados, hasta la música tremendamente exigentes para los músicos».

Reconoció el concertista que las más difíciles técnicamente «son las que más nos gustan a los músicos,  porque hacen que te esfuerces, son pequeños retos que merece la pena afrontarlos, aunque, de cualquier forma, la música, esté como esté escrita, si quieres hacer algo interesante con ella, siempre supone un reto complicado.La técnica es una cuestión de repetición con el instrumento, que al final sale, pero lo difícil es hacer música, sea como sea la pieza».

En estas Sonatas para Clave,  reconocía el músico, «en principio, hay que interpretar lo que está escrito, ya que Scarlatti no dejó ninguna tabla de ornamento, era un  gran improvisador, lo que pasa es que se copiaron la mayor parte de esas improvisaciones suyas, que se convirtieron en estas sonatas y, hoy en día, a la hora de tocarlas, pues  tienes que respetar el texto musical que ha llegado, como una composición cerrada, pero dentro de eso, siempre hay un margen en la música barroca para ornamentar, para añadir en las repeticiones, cuando se aporte algo a la pieza, pero todo varía en función del intérprete, por supuesto».

Además, apuntó , «el concierto del Teatro Circo, lo he dividido en tres bloques, el central está integrado por dos fugas. Scarlatti no compuso muchas, unas 12, pero son todas muy interesantes, por eso quise dejar el bloque central para estas y el resto es una selección de sonatas que difieren mucho del disco que grabé hace un par de años, mantengo cuatro o cinco».

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