Recientemente concluyó la primera fase de la restauración de las pinturas del camarín de la Virgen del Rosario, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad de Alborea. Por tanto, vecinos y visitantes han podido comprobar ya el notable efecto positivo que han tenido los trabajos en una zona deteriorada del templo popularmente conocido como Catedral de La Manchuela. 

La base de este proyecto fue el trabajo fin de carrera sobre el camarín que realizó Abel Mondéjar en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Éste sirvió de base para la restauración, que dirigieron el propio Mondéjar y Julia Osca. La actuación fue posible merced a un convenio entre esa propia universidad y el Obispado de Albacete, con fondos aportados por un donante anónimo, que completaron los recaudados por la Comisión para la Restauración hasta llegar a unos 10.000 euros. También se contó con el visto bueno de los responsables provinciales de Patrimonio, al estar catalogada la parroquia como Bien de Interés Cultural (BIC).

Según detalla el propio Mondéjar, participaron ocho alumnas de la UPV en prácticas, tuteladas por los directores, y esta primera fase consistió en «la restauración de las pinturas de la cúpula y su adorno central, el florón». «Los trabajos que se han realizado en la pintura básicamente son los de consolidación de los pigmentos y la reintegración de las partes perdidas, también la recomposición de partes caídas del mortero de yeso y eliminción de hollín». detalla el director, añadiendo que también «se ha repuesto la plata que se perdió en el florón, usando la técnica histórica de las corlas (barnices transparentes que dan color), para conferir el tono dorado que podemos admirar ahora». 

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