Erradicar la mutilación genital femenina con una mayor sensibilización y formación de la comunidad africana afincada en la provincia de Albacete y que en el conjunto de Castilla-La Mancha sobrepasa las 6.300 personas, es el propósito de jornadas como la organizada en el Colegio de Médicos de Albacete por parte de la ONG Médicos del Mundo Castilla-La Mancha, donde tras la proyección del documental "Bref" sobre mutilación genital femenina y una charla coloquio, que contó con la participación de María Dolores Gómez Iglesias, trabajadora social de un centro de salud en la capital;Aisse Dansoko, mediadora de mutilación genital femenina de Médicos del Mundo y representantes de diferentes colectivos de mujeres africanas, tuvo lugar una acción de calle para mostrar el rechazo a esta práctica que tantas secuelas genera en las mujeres que se ven sometidas a ello.

La delegada provincial de Igualdad en Albacete, Lola Serrano, se sumó a esta actividad, destacando la apuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha por acabar con la ablación, desde el punto de vista de la legislación, la prevención y la sensibilización. Por eso recordó que la región cuenta con un protocolo para prevenir esta práctica que en la última comisión de seguimiento se ha acordado que se traduzca al inglés y al francés para que las mujeres subsaharianas tengan conocimiento del mismo como medida de protección.

Por su parte, Aisse Dansoko Cissé, mediadora de mutilación genital femenina de Médicos del Mundo de Castilla-La Mancha, detalló la importante labor que viene desarrollando desde 2017 la ONG con formación y sensibilización de los profesionales sanitarios y educativos para poder detectar y prevenir casos de mutilación genital femenina, «algo que ha sido desconocido durante muchos años».

Dansoko Cissé reclamó más financiación para el desarrollo de estos programas formativos y de sensibilización, con el fin de que lleguen a toda la comunidad africana y sean ellos los que al llegar a sus países de origen sensibilicen sobre esta problemática y puedan cambiar esta realidad. «Las familias que vivimos aquí sabemos que es algo malo, pero luego el problema está cuando viajamos a nuestro país de origen, donde nos encontramos con grandes problemas para intentar evitar que mutilen a nuestras hijas», agregó la mediadora.