La idea es recuperar las tradiciones y las costumbres arraigadas al cultivo del cereal, el vino y la industria tinajera, transformada después en un potencial de la calderería, a través del conocimiento con un museo interactivo que contará con rutas diseñadas para su acceso y una guía de actividades para fortalecer el turismo y la gastronomía.
El alcalde, Valentín Bueno, manfiestó que será un proyecto materializado en la primavera con 90.000 euros de los fondos europeos de los que el Ayuntamiento asumirá el 20% del total.
La estrategia pasa por unificar zonas turísticas como la pedanía de Ventas de Alcolea con un molino interactivo que permitirá ofrecer conocimiento sobre las raíces, tradiciones y costumbres del que fue el mayor granero vinculado, en cuanto al desarrollo y progresión de la ciudad, al cereal, la uva y las tinajas.
El carril bici llegará hasta el paraje con caminos paralelos señalados que servirán de zona de paseo y recreo a los vecinos de Villarrobledo y la comarca.