El escritor, guionista y realizador albacetense Félix Jiménez Velando (Fuente Álamo,1970) acaba de publicar Yoga a primera vista (Planeta), su cuarta obra literaria tras el libro de cuentos de humor Te vas a reír cuando te lo cuente y las novelas infantiles Yo de mayor quiero ser súper héroe y Calcetines. Licenciado en Publicidad y máster en Guión, desde hace 20 años trabaja como guionista en televisión, donde ha participado en series de notable éxito de audiencia, como  Física o Química o El secreto de Puente Viejo.

¿Una novela desarrollada en clave de comedia?

Sí, tenía un germen de obra desde hacía bastante tiempo y quería que en ella primase el humor. Conocía un poco el mundo del yoga, porque lo he practicado por problemas de espalda, y quería mezclarlo también con el mundo de la tele. Al combinarlos vi que había suficiente material para afrontar la novela, que también tiene una historia de amor y desamor como eje central, alejada de ciertos tópicos asociados a la comedia romántica.

Por ejemplo, transmitir que lograr el amor a veces tiene algunos daños colaterales...

Parte del esquema clásico de alguien quiere algo, en este caso el personaje central recuperar su relación, pero todo empezará a torcerse y se irán acumulando pequeñas catástrofes a lo largo de la historia que le abocan a llevar una vida un poco loca y, como todo es una cuestión de perspectiva, en esta ocasión lo enfoqué desde el lado más cómico, donde se reflejan todas las tontadas que podemos hacer por amor.

¿A modo de revisión irónica del género?

Claro, hay elementos de romanticismo, pero no he ido por ese camino, aunque la portada del libro pueda hacernos recordar esas obras de literatura para chicas. Mi principal objetivo era darle la vuelta al tópico y crear situaciones en donde pueda explotarse la bis cómica. Creo que fue Mark Twain quien dijo eso de la comedia es tragedia más tiempo y un hecho triste puede llevarte a escarbar en la comedia. Hay dos citas, al principio y al final de la obra, del filósofo Arthur  Schopenhauer que tiene algo que ver con la historia: primero que el sentido del humor es la cualidad más divina del hombre y luego que la vida de cada individuo realmente es una tragedia, sin embargo si se la examina en detalle tiene el carácter de una comedia.

No deja de ser curioso introducir al filósofo alemán en esta trama…

Bueno, Schopenhauer tenía algo de cómico porque era muy misógino en sus escritos, pero a la vez estaba enamorada de una mujer que nunca le dio bola, de ahí quizás la misoginia (risas). Además hay cosas cómicas en su vida, porque era muy brillante, pero a la vez era un joven airado al que su propia madre no le permitía asistir a una tertulia cultural que organizaba en casa para que no la liara parda. En este caso, el filósofo está representado en la figura de un taxista atípico: un intelectual algo brusco que escucha música clásica, no parar de soltar citas y posee un leve tic autoritario; en cuanto al enemigo que aparece en la trama he incluido a un yogui enfrentado al protagonista.

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