Más de 100.000 mayores podrán optar a los viajes del Imserso

Ana Martínez
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El presidente de las agencias de viaje afirma que este producto turístico «no es rentable» para el sector

Las agencias de viaje se encargan de reservar las plazas y destinos demandados por los beneficiarios del Imserso. - Foto: Óscar Solorzano

Con bastante retraso al anunciado, menos plazas y menos destinos, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha recuperado el programa de turismo social para personas mayores de 60 años, un paquete que, a priori, podría beneficiar el negocio de las agencias de viaje, aunque según el presidente del sector en la provincia de Albacete, Ignacio Tárraga, en general, «los productos de Imserso no interesan a las agencias de viaje, porque no resultan rentables en términos económicos».

Según Tárraga, la gestión de los viajes de turismo social resulta «bastante complicada», al margen de que la adjudicación del programa en sí ya es cuestionable, este año han salido menos destinos, se ha retrasado la adjudicación de plazas y la información que llega hasta las agencias de viajes es «cada vez peor», si bien «nosotros somos colaboradores del programa y volveremos a gestionarlo con los clientes que nos vayan llegando».

A tenor de los criterios publicados por el Imserso, más de 100.000 personas mayores de 60 años de la provincia de Albacete podrán optar a unas de las más de 800.000 plazas convocadas para este año 2022 en cuatro paquetes diferentes. Sin embargo, según la experiencia de Ignacio Tárraga, en los dos últimos años el perfil del beneficiario del programa de turismo social en la provincia de Albacete ha descendido en edad, de manera que lo mayoritario son turistas de entre 60 y 80 años, unos 74.000 en la provincia de Albacete:«La edad del usuario de turismo social ha bajado bastante, ahora ya no viajan personas que superan los 80 años», afirma el presidente de AVA, quien especifica que a los viajes del Imserso se inscriben personas jubiladas que presentan un envejecimiento activo, una buena forma física, muy independientes y con muy buena movilidad:«Antes de la pandemia eran más mayores, entre 80 y 85 años, pero en las dos últimas convocatorias de turismo social ya no atendemos a gente con edades tan avanzadas».

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