El Villarrobledo sumó en su feudo un punto ante un Murcia que esperó bien replegado atrás aguantando las acometidas del conjunto anfitrión. Ni manchegos ni pimentoneros estuvieron lo suficientemente acertados de cara a portería para abrir la lata en un encuentro con muchas alternativas pero en el que en ninguna de ellas se terminó materializando.

Fue un partido con mucho colorido en las gradas. Ambos conjuntos empezaron la contienda tanteándose, pero no tardó demasiado en llegar la primera ocasión de peligro. Y es que corría el minuto cuatro cuando Mauro remató un saque de esquina servido por Iñaqui, pero algo desviado. Un minuto después llegó la réplica murciana en un contragolpe, en el que fue el primer acercamiento visitante. Silvente profundizó hasta que llegó al área para disparar. Pero su remate se fue al lateral de la red.

Superada ya la media hora de juego, en el minuto 32, llegó la mejor ocasión hasta el momento. La tuvo en sus botas el murcianista Rafa, que se internó en el área para rematar, pero su disparo se encontró con el pie del guardameta Salcedo, acción que desbarataba la intentona, como si de un portero de balonmano se tratara.

Tras pasar por los vestuarios el Villarrobledo trató de hacerse con el partido e ir a por él. Mientras, el Murcia, bien replegado, esperaba a salir a la contra.

A la postre ni manchegos ni murcianos acertaron con la portería, con lo que el encuentro terminó con un reparto de puntos que acabó siendo lo más justo según lo que se pudo ver sobre el verde.
Con este nuevo empate, el equipo de Jesús Castellanos acumula ya siete jornadas sin ganar y lo que es más alarmante, se aleja ya a ocho puntos de los puestos de permanencia y a cinco de la promoción.