El 'cambio de armario' genera el 21% del residuo textil

Ana Martínez
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La Fundación El Sembrador lleva recogidas más de 661 toneladas de textil en los ocho primeros meses del año, la mitad de ellas en los 51 iglús que tiene repartidos por la capital

Contenedores de la Fundación El Sembrador para ropa y calzado. - Foto: Ví­ctor Fernández Molina

La previsión es que cada español destine casi 500 euros en 2019 a la compra de ropa. Se calcula que cada año se venden 80.000 millones de prendas en el mundo, sobre todo desde que determinadas firmas impusieron el pronto moda, o lo que es lo mismo, estrenar cada semana cualquier tipo de prenda a cambio de un precio muy económico. Comprar y tirar, a pesar de que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo.

Con el cambio de temporada, llega también la limpieza de armarios y la saturación de los contenedores destinados a la ropa usada. «Es una vergüenza la cantidad de ropa que compramos y tiramos». Es la opinión de Rafael López García, gerente de la Fundación El Sembrador de Cáritas Diocesana, gestora de la recepción del textil usado que se deposita en los contenedores repartidos por toda la provincia.

Critica que el ocio de hoy se haya limitado a «salir de compras», una actividad convertida en hábito por muchos ciudadanos debido a que la moda de hoy tiene unos precios muy asequibles, una respuesta rápida y un surtido muy dinámico, pero no así la calidad, cuestión nada importante para los consumidores, que prefieren gastar poco dinero, estrenar, tirar y volver a comprar.

En la actualidad solo se recupera una de cada diez prendas desechadas anualmente, es decir, el 10% de la ropa que tiramos, un dato muy alejado de ese 50% que marca para 2020 una normativa europea. Los últimos datos indican que en España 900.000 toneladas de ropa acaban inutilizadas en vertederos.

 

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