Un Domingo de Ramos radiante

V.M.
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La Procesión de Las Palmas transcurrió en un Domingo de Ramos eminentemente primaveral y congregó a miles de personas a lo largo del itinerario marcado entre la iglesia de Fátima y la Santa Iglesia Catedral

El paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, en el instante de iniciar el desfile procesional. - Foto: V.M.

Una agradable tarde primaveral, en contraste con lo sucedido el pasado año, acompañó la Procesión que conmemora la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén en el Domingo de Ramos. Aunque desde hace seis años el calendario de procesiones en la capital se abre con el traslado del Cristo de las Misericordias desde la Capilla del Cementerio hasta la iglesia de El Buen Pastor, para muchos fieles el inicio oficial de la Semana Santa en Albacete tiene lugar con la tradicional Procesión de las Palmas, conocida también popularmente como la de La Borriquilla, en alusión a su paso más característico.

Y es que una radiante tarde se alió con los cofrades y el desfile procesional brilló con luz propia subrayando esa simbología que conmemora la recepción multitudinaria dispensada a Jesús de Nazaret, días antes de sufrir su Pasión, Muerte y Resurrección, auténtico trasfondo de la celebración .

Poco antes de las seis de la tarde los ciudadanos, portando las características palmas, y los nazarenos se congregaban a las puertas de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Fátima para presenciar la salida de los pasos bañados por una luz cegadora. Las imágenes del Apóstol Santiago el Mayor (Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizado en los años 90), María Santísima de la Paz (Cofradía de Santa María Magdalena), la Santísima Virgen del Amparo (Cofradía de Nuestra Señora del Mayor Dolor) y el bello paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, realizado por el escultor valenciano Enrique Casterá a mediados del siglo pasado y que pertenece a también a la Cofradía de Nuestra Señora del Mayor Dolor, iniciaban su recorrido que les condujo por las calles Daoiz, Cristóbal Pérez Pastor, Albarderos, Méndez Núñez, El Cura, San Julián y llegada final a la Santa Iglesia Catedral de San Juan Bautista, prevista para las ocho y media. En esta ocasión todo transcurrió sin incidencias, de hecho muchos fieles recordaban lo sucedido en la Semana Santa de 2018, cuando la aparición de la lluvia obligó a interrumpirla, y ponían el acento en ese contraste tan positivo.

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