«Hace un año no podía pensar tener calle en Alcantarilla»

I.M.
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«Debo decir que, al margen de Montealegre, del Castillo, hay otra zona de la provincia, con la que he mantenido mucho contacto, Alpera»

El profesor jubilado y arqueólogo Daniel Serrano. - Foto: Ayuntamiento de Alcantarilla

Daniel Serrano Várez nació en Montealegre del Castillo en 1937, donde permaneció hasta los nueve años cuando le tocó irse pues su padre era maestro de escuela y llegó el momento de cambiar de destino. Se ha dedicado a la docencia hasta la jubilación y hasta hace unos años a la arqueología; ha vivido en varios lugares y desde 1979 es alcantarillero de adopción y, a pesar de que cada vez, reconoce, va menos por su provincia natal, no olvida, no sólo que se casó con una chica de Montealegre y que allí estuvo como profesor, sino también que buena parte de su familia es de Alpera y que su abuelo descubrió la Cueva de la Vieja, que su padre fue uno de los que escribió el Himno a la Cruz de Alpera. Él, por su parte, ha identificado 22 yacimientos en Alcantarilla, lo que ha dado pie a que tenga su propia calle y el Ayuntamiento le nombrase Hijo Adoptivo de esta localidad murciana.

Usted nació en 1937 en Montealegre del Castillo. ¿Su familia es de allí?

No. La mayoría de mi familia es más bien de Alpera, aunque mi madre era de Villena. Mi padre era maestro y aunque supongo que en el concurso de traslados le hubiese gustado estar en Alpera, lo cierto es que le mandaron a Montealegre. En Montealegre estuve hasta los nueve años y como mi padre tenía intención de que sus tres hijos estudiásemos y allí no había institutos, pues el más cercado era el de la capital albacentese, pidió traslado a Espinardo, sita a tres kilómetros de Murcia. Allí fui al instituto y a la universidad, en donde estudié la carrera de Magisterio. A los 22 años aprobé las oposiciones y me metí de lleno en eso de deambular por varias provincias.

¿Por qué provincias pasó?

Como maestro y como director escolar estuve en Ciudad Real, en Valencia, en la propia Montealegre, en donde estuve cinco años de maestro, además de que allí me casé pues mi mujer es de Montealegre, y finalmente en Murcia, en donde desempeñé mi carrera como profesor en Nuestra Señora de la Salud y Jacinto Benavente, hasta que me llegó la jubilación. En concreto, en la capital de Albacete debo decir que nunca he estado allí destinado pero no quita para que haya ido mucho pues mi cuñado era el secretario del Ayuntamiento de la ciudad.

A pesar del tiempo transcurrido, ¿mantiene algún tipo de contacto con Montealegre?

Cada vez menos. Antes del fallecimiento de un hermano de mi mujer íbamos mucho en verano y no había fiestas de agosto de Montealegre en las que no estuviésemos. No obstante, la última vez que fuimos fue hace cuatro años. Debo decir que, al margen de Montealegre del Castillo, hay otra zona de la provincia con la que he mantenido mucho contacto, esa es Alpera. Las pinturas de la Cueva de la Vieja las descubrió mi abuelo, en compañía de mi padre, pero cuando mi padre era un niño que no tenía más allá de 10 años, y no sólo lo he oído muchas veces, sino que a mí me ha tocado llevar a más de un amigo hasta este emblemático lugar. Además mi padre escribió el himno de la Cruz de Alpera.

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