«El banco y la lucha contra el cáncer son mis ejes vitales»

Sánchez Robles
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«Agradezco el apoyo y la amplia actividad de trabajadores y voluntarios en la asociación que he dirigido en favor de los pacientes oncológicos»

Andrés Sánchez Ortega se ha entregado en cuerpo y alma a la AECC. - Foto: Arturo Pérez

Es consciente y ha demostrado en sus largas jornadas de trabajo al lado de personas con difíciles situaciones por la temible enfermedad que el triunfo está en no desanimarse nunca y seguir luchando hacia adelante. Por tanto, además de trabajador incansable, es un luchador nato, cualidades que ha sabido impregnar a sus equipos, bien en su faceta relacionada con los trabajos y los días en un banco o en la Asociación Española de la Lucha contra el Cáncer (AECC), que ha dirigido durante veintidós años. Nada menos.

Es Andrés Sánchez Ortega (Valdepeñas, 4 de octubre de 1940), persona generosa que se entregó en cuerpo y alma a la AECC. Rotunda verdad de la que nuestro protagonista no quiere hacer gala. Ni se lo plantea.

Su infancia y juventud transcurrieron en su localidad natal hasta que con diecisiete años por consejo de su tío ingresó en Banesto tras aprobar una oposición y sobre todo porque le gustaba sobremanera el mundo de las finanzas por el que sentía una atracción especial. «Mi primer destino fue la oficina de Banesto en Villanueva de los Infantes, de la que pasé a Toledo ocupando la responsabilidad de interventor hasta tener otro destino en Madrid donde pedí destino para terminar la formación en el Instituto Bancario. Luego, me nombraron sucesivamente director en oficinas del banco en el que siempre he trabajado en Córdoba, Motril, de nuevo Toledo hasta llegar a Albacete como director de zona. Total cuarenta años en Banesto, donde he tenido por regla general oficinas muy difíciles. Estoy muy satisfecho de mi carrera profesional, porque el banco ha sido mi vida y luego la lucha contra el cáncer», subrayó Andrés Sánchez Ortega.

Tras una jubilación a los cincuenta y seis 56 años, recibió la petición de hacerse cargo de la junta provincial de la Asociación Española de la Lucha Contra el Cáncer en Albacete que le hizo María Fernanda Méndez Núñez y Gómez-Acebo, condesa de Elda, presidenta entonces de la AECC. «Fue un reto que me planteé pensando sobre todo en que podía colaborar en los objetivos de esta asociación cuando pocos se atrevían a pronunciar la temible palabra de la enfermedad del cáncer. Tuve muchas y muy buenas colaboraciones sobre todo de compañeros del banco, trabajadores, voluntarios maravillosos. Es mérito de un equipo de trabajo que dirigía con el que conseguimos que se invirtieran tres millones de euros en Albacete en la investigación contra el cáncer, afortunadamente pudimos abrir un piso de acogida. Ha sido igualmente importante el diseño de campañas informativas que han supuesto un enorme prestigio y credibilidad de la AECC y la atención en cuidados paliativos», expuso Andrés Sánchez Ortega.

La importancia de todas estas acciones supuso una historia de aciertos, que se vio potenciada con la entrada en funcionamiento de vitales programas en la lucha contra el cáncer. «Nos costó mucho poner en marcha el programa de cribado de cáncer de mama a base de la dedicación de voluntarios y trabajadores que recorrieron cada rincón de la provincia. Posteriormente se hizo cargo el Sescam y ahora Quirónsalud lo desarrolla con un crecimiento de asistencia de mujeres del ochenta y seis por ciento en los últimos años, abriendo también otra línea de actuación para el cribado del cáncer de colon que necesita otro impulso. Quiero reconocer igualmente el trabajo de apoyo de las juntas locales de la provincia y la acogida de los albacetenses», subrayó.

Es excelente y recordada la actividad de este albacetense de adopción que ha demostrado con su legado esencial que el trabajo hecho con gusto, con dedicación y acierto pleno, siempre es una creación original y única. (Roberto Sapriza). Si «un hombre con coraje es una mayoría», como dijo Thomas Jefferson, Andrés Sánchez Ortega es un claro ejemplo de ello.