Se cumplen 10 días  desde que comenzara el estado de alarma ante una crisis sanitaria mundial sin precedentes que también va a llevar a una situación económica extraordinaria. La paralización de la mayor parte de la actividad empresarial y productiva en Albacete ya puede medirse en números: Tras dos semanas Empleo ha recibido ya la solicitud de 1.786 empresas de la provincia para aplicar a sus plantillas un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), la medida que permite suspender los contratos por un tiempo determinado, y permite que los trabajadores cobren ese tiempo una prestación por desempleo. Son casi 1.800 ERTE en Albacete, según un dato que facilitaba Carmen Juste, secretaria general de Comisiones Obreras. Todos esos ERTE afectan a 8.133 trabajadores de la provincia. A la vez, fuentes de la Subdelegación de Gobierno indicaban que la Administración regional (la que tramita estos ERTE cuando sean empresas que operan en una sola provincia) había comunicado ya la aceptación y aprobación de 270 de estos ERTE en Albacete.

“El procedimiento está funcionando bastante bien”, dice Carmen Juste, a la hora de valorar la tramitación rápida aprobada por el Gobierno para las regulaciones de empleo por fuerza mayor. La dirigente de CCOO explica que “en los primeros días de la medida en vigor sí detectamos que estaba habiendo problemas porque las empresas presentaban los expedientes sin comunicar los datos de los trabajadores, y eso creaba un vacío para que pudieran cobrar las prestaciones, pero eso se ha solventado”. Los plazos que manejaba el Ministerio de Trabajo esta semana es que los afectados por estas regulaciones temporales puedan cobrar a mitad de abril sus prestaciones, comentaba Carmen Juste, que decía que “el procedimiento para tramitarlo es muy fácil, el trabajador tiene que darse por enterado, se manda a la autoridad laboral, y en cinco días lo acepta o no, además existe el silencio administrativo”.

Estos ERTE por fuerza mayor no implican ninguna negociación, pero sí la requieren los ERTE por causas técnicas u organizativas, otra modalidad que también se está usando por empresas afectadas por el parón de la economía, pero que no están dentro de esa causa de fuerza mayor. Javier González, secretario provincial de UGT, manifiesta que en esos casos “los sindicatos sí negociamos, aunque negociamos a un ritmo vertiginoso porque las empresas necesitan tener el expediente pronto”. En estas negociaciones “nos fijamos en que no se pierden pagas extra, que no se pierda la parte proporcional de vacaciones, ese tipo de asuntos". Para el responsable de UGT en la provincia, el procedimiento especial de los ERTE “funciona bien, dentro de la avalancha que ha supuesto, nosotros hemos tenido muchas consultas también por las dudas que salen, porque hay que asesorar a los delegados; tenemos la ventaja de que la figura del ERTE ya la conocíamos bien, porque se usó mucho ya en la crisis de 2008”.