Buenas sensaciones del final de campaña espolean a Podemos

Á. de la Paz
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El candidato de Unidas Podemos a la Junta, José García Molina, llama a la participación para evitar que algunos escaños clave terminen en Cs o Vox y precipiten un giro político a la derecha

Buenas sensaciones del final de campaña espolean a Podemos

Unidas Podemos vuelve a confiar en la remontada. La recta final de la campaña electoral ha devuelto el foco a la formación morada, sin apenas protagonismo en el inicio, pero con una presencia creciente conforme se acerca la cita con las urnas. El buen desempeño de su cabeza de cartel en el debate televisado del pasado lunes y la sensación de agotamiento que parecen transmitir otras candidaturas insuflan optimismo en el partido que decidió la suerte de la región tras los comicios de 2015. «Creo que nos ha sentado bien la campaña y tengo la misma sensación que entonces», aseguró su candidato a la presidencia de Castilla-La Mancha, José García Molina.

El actual vicepresidente segundo de la Junta defiende que la de su formación ha sido «la mejor campaña: imaginativa, con propuestas y debates de calado». Desde la confluencia de izquierdas apuntan al desgaste de Emiliano García-Page, un ahogo que fue palpable en el debate a cinco. Del juicio sobre los últimas días de campaña tampoco salen bien parados los cabezas de lista de Cs y Vox.

La participación será uno de los factores que decidirán la suerte de esta elección. Desde UP llaman a una participación alta. La formación confía en que les electores les concedan la llave de la gobernabilidad junto al PSOE de Page y apuntan a las provincias de Ciudad Real, Albacete y Guadalajara como los tres escenarios donde la lucha por representantes a las Cortes regionales se mantiene abierta. «Nos estamos jugando mucho, nos estamos jugando escaños con la ultraderecha de Vox y la derecha de Cs», indicó. Las encuestas que maneja el partido vislumbran un escenario abierto en tres de las cinco circunscripciones autonómicas.

«El discurso de Podemos y el del PSOE han sido diferentes siempre», proclamó Molina. El deseo del partido, dentro del Ejecutivo regional desde 2017, es reeditar la fórmula de cohabitación. «Vamos a volver a estar en el Gobierno de Castilla-La Mancha porque creo que los números van a dar», aseguró su número uno.

Molina defendió el legado económico y social conseguido y celebró los buenos datos que reflejan la recuperación, también en el gasto público. «Pero si el Gobierno gira y va hacia la derecha todos sabemos lo que puede pasar y el riesgo que hay». La posibilidad de que Page se apoye en los escaños de Cs para seguir en el palacio de Fuensalida es uno de los principales argumentos esgrimidos por el partido morado. La idea de que los «socialistas de corazón» en Castilla-La Mancha han de escoger la papeleta de Unidas Podemos ha generado alguna fricción entre los dos socios. «Somos dos formaciones distintas, hay que cosas en las que ponemos de acuerdos, hay cosas en las que debemos negociar y hay cosas en las que nunca vamos a coincidir», subrayó Molina. El líder regional de la coalición de izquierdas exigió al PSOE capacidad de entendimiento en un escenario sin mayorías absolutas y pidió reeditar la alianza vigente para frenar la entrada de la derecha.